Fermín Cabanillas | Sevilla (EFE).- Se presentan a la entrevista tras pasar toda la madrugada en una furgoneta para llegar de Madrid a Sevilla a tiempo de montar el escenario y, pese al cansancio de “no haber dormido más de 40 minutos”, mantienen la moral alta -así es la vida de los actores- para llevar su ‘Estado de alarma‘ a las tablas del teatro.
Como en ‘El viaje a ninguna parte’, la obra que arrasó de Fernando Fernán Gómez, los actores César Lucendo y Paula Prendes han decidido recorrer España con su compañía teatral, que completa Teresa Carrillo, la técnica de luces y sonido. Los tres integran ‘Estado de alarma’, que fue estrenada en Guadalajara y que empieza en la capital andaluza su gira nacional.
Lucendo escribe, produce, dirige y coprotagoniza junto a Prendes una obra que “aunque tiene la pandemia como telón de fondo, el covid no es el protagonista”, sino la historia paralela de dos personas que, sin esperarlo, se ven obligadas a vivir juntas cuando llega el confinamiento.
La obra es puro teatro
La obra es puro teatro, escribiría para cantarlo Alonso Catalino Curet, y, como ejemplo, basta el día del estreno: “teníamos un pase técnico a la una, uno general a las cuatro para hacer la función a las siete, pero a las seis y media estábamos todavía grabando efectos de sonido”.
Pero salió adelante porque Paula es una kamikaze”, dice el director/productor/guionista/actor. “Kamikaze eres tú, que te pones a escribir y a producir teatro”, replica la actriz, y ambos reflexionan sobre la paliza para sus espaldas que supone cruzar medio país para poder desarrollar su pasión, como se podrá ver este viernes y sábado en la sala Pathé, en el centro de Sevilla.
“Hoy día es la única forma de hacer teatro, con actores, obras y personajes fáciles de desplazar, o es totalmente inviable. Es verdad que en España hay más espacios, más programación, pero o tienes un buen producto que a la gente le guste o es imposible”, dice César Lucendo, que recuerda que ‘Estado de alarma’ nace “de la necesidad de ocupar mi tiempo, porque en realidad no se escribió durante la pandemia, sino más adelante. No paro de escribir textos, cosas, manejar formatos, y cuando te das cuenta ya tienes la obra entera”, apostilla.
Público sonriendo
Asegura que el público saldrá de la sala con una sonrisa, y «no es una comedia en la que la pandemia sea la protagonista, es la circunstancia que hace que dos desconocidos tengan que vivir juntos, aunque no podemos pasar de puntillas por la pandemia sin darle un punto de seriedad”, señala.
En el escenario hay “dos personajes que no han tenido ninguna pérdida familiar por el maldito covid y lo que hacen es intentar matar las horas”, formando una obra “divertida, en la que la gente se va a reír mucho, con puntos de realidad muy potentes, pero que, de un momento a otro, te deja la espalda pegada a la butaca porque no te esperas lo que has visto”.
Paula Prendes defiende la comedia, aunque “no sé si es más fácil o más difícil hacer llorar o reír, pero si estás moviéndote con una obra de teatro es más satisfactorio hacer una comedia que un drama porque reírse es muy terapéutico”, a la vez que afirma que en el teatro “parece que la pandemia ha quedado olvidada, y creo que está bien rememorar cosas que hemos vivido todos”.
César Lucendo se despide recomendando que se vaya a ver la obra porque “sé que es un bombazo, que va a triunfar, que va a estar mucho tiempo en Madrid, pues es una obra para el pueblo y se van a sentir muy identificados».
Y, si la ven en Sevilla, «se van a ahorrar 500 kilómetros para verla”, bromea. EFE