Esther Gómez | Marbella (Málaga) (EFE).- La artista cubana Yanela Brooks asegura que «en la música se trata de que surja la magia» mientras prepara nuevo disco con sus «hermanos» de la Escuela Superior de Música de Cuba. En ella se fijó el productor de Celia Cruz, Óscar Gómez, para interpretar a la reina de la salsa en Broadway,
Brooks, que vive «un momento creativo muy bonito», está de gira -acaba de regresar de Dubái- y se encuentra grabando un álbum. Define este trabajo como «bien diferente porque abarca bastantes géneros», comenta en una entrevista con EFE.
«Es un disco experimental» que no se plantea «que encaje en ningún sitio» porque en él participan «talentosísimos músicos y compañeros», dice. En él hay estilos completamente diferentes, y no siente que deba limitarlo para que «encaje en una caja perfecta». Ya tienen grabados cuatro temas y ahora hay que dejarlo fluir, comenta entre risas.
Su anterior trabajo, ‘Top of Cuba’, fue un homenaje a sus raíces. En él colaboraron «los mayores representantes de la música bailable cubana, soul, cha cha chá o salsa». Participó, incluso, la Sinfónica Nacional de Cuba.
Siempre fiel a sus orígenes, con ‘Boleros, nostalgia y algo más’ (2015) se consolidó no solo como intérprete, sino también como compositora y arreglista musical.
Para grabar el sencillo ‘Cubanos por el mundo’, con el que regresó a La Habana, contó con la colaboración de algunas estrellas del Buena Vista Social Club. En el videoclip, bajo la dirección del cineasta Alejandro Pérez, participaron el Folklórico Nacional de Cuba, Jesús Aguaje o Rolando Luna, el sucesor del maestro Rubén González.
Una voz diferente
Exuberante, enérgica, carismática y siempre sonriente, la voz profunda de Yanela no deja indiferente a nadie, ni a un lado ni al otro del océano.
Ha compartido escenario con legendarios artistas y grupos cubanos como Los Van Van, La Charanga Habanera, NG la Banda, Manolito Simonet, Pablo Milanés o Jon Secada. Este es ganador de tres premios Grammy y que ha vendido más de veinte millones de álbumes.
Pianista, compositora y cantante, Yanela Brooks nació y creció en una familia de músicos de Guantánamo. Fue donde inició su carrera musical con siete años. Con apenas quince, junto a su banda ‘Diana y las Chicas del Sabor’, ya se movía con soltura entre bambalinas.

Recaló en España para representar a la música latina en La Comercial Cubana y Sabor Habana, en Madrid. Allí estuvo varios años. Posteriormente fue la protagonista de la obra musical ‘Bolero’, con Rafael Basurto, el líder de Los Panchos.
Su paso por el programa ‘La Voz’ supuso un antes y un después para la carrera musical en España de esta polifacética artista cubana. Ha tenido entre el público a Robert De Niro. La fichó Alejandro Sanz en su faceta como productor, al que describe como una persona muy «tranquila y cariñosa».
El musical que no pudo ser
Ha trabajado con algunos de los grandes y aún hay muchos con los que le gustaría trabajar. Entre las espinitas que le quedan, lo tiene claro: no haber podido interpretar finalmente a Celia Cruz en Broadway.
Todo estaba listo para arrancar con el espectáculo y a tres meses del estreno alguien cayó en la cuenta de que, aunque ya vivía en España, su pasaporte era cubano. Por ello necesitaba visado y un permiso de trabajo para viajar a Estados Unidos.
«Montaron jaleo» y movieron, literalmente, Roma con Santiago, recuerda, «hablaron con la embajada, el consulado y Óscar Gómez escribió, incluso, a los Reyes de España» para que mediaran para agilizar sus papeles.
«No pude hacer el musical porque no me podían hacer el visado porque no era española y perdí la oportunidad», lamenta Yanela Brooks.
Aquello le dolió «muchísimo porque estaba tan feliz y emocionada con eso, con interpretar a Celia, lo más grande que ha dado la música cubana en el mundo entero, pero al final las cosas suceden en su momento» y aquel no era el suyo.
A Marbella llegó por primera vez en mitad de una gira homenaje a la mujer en la que participaban distintas artistas. Tras el éxito de su primera actuación, un miembro del equipo le dijo: «Chica, tú tienes que irte a Marbella», y en aquel momento pensó: «¿Y dónde queda eso?».
Hoy tiene en Marbella su hogar y en la Costa del Sol vive junto a su madre, su mejor amiga y su principal apoyo.