Fermín Cabanillas I Sevilla, (EFE).- El humor, como la música, es algo universal, y eso se aprecia y mucho en el trabajo del cantante sevillano Iván Gallego, que domina como pocos el arte de ser solista en el mundo de las sevillanas, pero no concibe interpretarlas sin arrancar una sonrisa a quien le está escuchando.
Lo explica en una entrevista con EFE a la que este artista de Alcalá de Guadaíra llega con su inseparable gorra y sonriendo, trasladando a la “vida real” su idiosincrasia musical, porque “tenemos que ser felices, reír, tenemos que ver la vida de otra forma, que las penas vienen solas”.
La promoción de su tema ‘El caradura’ habla a las claras de lo que quiere lograr con él: “mucho cuidaíto, mucho cuidaíto…”, que llegan unas “sevillanas canallas con las que más de uno se sentirá identificado”, y a partir de ahí empieza a contar la historia de alguien que se sienta en una caseta de feria, come y bebe sin parar pero nunca abre su cartera.
El estilo purista
Todo, dentro de “una línea que hemos cogido que podemos llamar como sinvergüenza, o canalla, como quieran llamarlo”, y que, visto el resultado que está teniendo, “está claro que no la vamos a soltar, porque nos está dando muchas satisfacciones”.
Su trabajo musical tiene precedentes, como ‘No me pises que llevo chanclas’, ‘Mojnos escozíos’ o ‘Mártires del compás’, gente que en su día dijo “no solo vamos a hacer buena música, sino que vamos a ser felices y vamos a sonreír”, y con esa idea se levanta cada mañana y se mete en los estudios de grabación: “intento llegar con mi música, llegar a la gente de forma diferente y dándole alegría”, y todo en un estilo “purista” del que reconoce que “hemos sacado los pies del plato”.

Confiesa sentirse muy identificado con lo que lograron ‘Martires del compás’ con sus Sevillanas Billy, con aquella inolvidable letra.
Por lo alto de la tapia / va una maceta / y no es el gato negro / ni el lotero / es tu mare, que viene con la peineta: “Ellos intentaban hacer felices a las personas, que disfrutaran con su música, porque ya hay bastante pena, y mucha además”.
irador de clásicos
Y, desde luego, parece que la fórmula funciona, y no solo lo sabe por las miles de descargas que su música tiene en distintas plataformas, sino “por la cara que pone la gente cuando viene a escucharme cantar”, ya que “implantar lo nuevo cuesta, a veces mi estilo se puede entender como algo novedoso, que se sale de lo común”, pero se detiene a explicar que cada vez tiene “más suerte” de cantar en escenarios más grandes, “y la gente que no me conoce habla de mí porque es algo diferente y eso me hacen saber cuando me bajo tras cantar y hablo con ellos”.
Ahora, tras varios temas en los que siempre ha huido del drama y cosas parecidas, se pregunta: “¿Quién no tiene a un amigo jeta que aparece en las reuniones aprovechando el momento de invitación, y desaparece sigilosamente en bomba de humo”, pues ese personaje es ‘El caradura’, que da título al disco, sevillanas con las que amenaza “que cuando se empiecen a escuchar a la gente no se le quitarán de la cabeza”.
Y, como siempre, hay alguien en la sombra imprescindible para el éxito, y en su caso es el autor de la letra y la música, Fran Carmona, santo y seña de decenas de producciones, que, confiesa, “saca adelante mis locuras”, tras llevarse una idea “después de analizar las cosas que tiene a su alrededor, llamarme y proponerme un proyecto”.
Antes de despedirse, Iván se confiesa irador de clásicos como Los Romeros de la Puebla o Ecos del Rocío, y reivindica que esta forma de cantar no se ciña a una romería o una feria, sino que “se disfrute todo el año”, porque, como cualquier palo flamenco, entiende que las sevillanas no tienen horario ni fecha en el calendario. EFE