El joven escritor onubense Andrés Luengo posa para EFE en Huelva durante una entrevista. EFE/Fermín Cabanillas

Andrés Luengo, escritor: «Si empiezas a leer desde pequeño, escribir llega solo»

Fermín Cabanillas I Huelva, (EFE).- Cuando Andrés Luengo tenía nueve años, hace solo siete, su madre le regaló el primer libro de su vida y ya nunca ha parado de leer. Asegura que la lectura tiene que ser el primer paso de un escritor, porque «si empiezas a leer desde pequeño, escribir llega solo». Con esa idea se ha lanzado a publicar su primera novela.

Este es el germen de ‘Fuimos fugaces’ (Pábilo Editorial), escrita por este joven onubense que, a sus 16 años, lee todo lo que le llega a sus manos, sobre todo si lo ha escrito Almudena Grandes. Narra, con todo lujo de detalles, la historia de Connor Johnson, un joven norteamericano de clase media, «un chico adolescente normal que afronta una serie de cambios: nueva ciudad, nueva casa, nuevo instituto y nuevos amigos».

«¿Por qué no puede dejar de pensar en George Peterson? ¿Por qué no puede hablar de eso con sus mejores amigos ni con su familia?», se pregunta en la sinopsis de la novela, donde traza un retrato del primer amor, de la amistad y de la juventud a través de escenas repletas de emoción, contradicciones y evolución personal.

Andrés Luengo ha planteado su trabajo como «un fiel reflejo de la búsqueda de la identidad vivida por los jóvenes en la actualidad», y ite que la estructura del libro es «de menos a más», arrancando y atrayendo al lector poco a poco, «un buen recurso para que cada vez quiera más y más, y llegar a un punto que es que ya esté completamente inmerso en la historia».

Un escritor precoz

Apasionado por la literatura como lector, Andrés Luengo un día pensó que hay gente joven que también escribe, autores que tienen apenas 20 años: «Me pregunté por qué yo no podía hacerlo. De modo que, con las primeras ideas en la cabeza, cogí una tablet y comencé a escribir lo que me iba saliendo, luego un párrafo, otro, y así se enlazaron unos con otros y terminó saliendo la novela», ha explicado.

Andrés ha querido contar la historia de un chico que llega a un punto en su vida en el que es todo nuevo: «Se cambia de ciudad, se cambia de instituto obviamente y tiene que lidiar con todo este cambio».

A todo lo anterior se une que también está en plena adolescencia y, claro, «pasa todo lo relacionado con lo que conllevan las relaciones sociales, cómo lidiar con ellas o cómo hacerse un hueco en la sociedad, algo muy importante para los adolescentes de hoy en día».

Algo que no cambia en lo referente a jóvenes de cualquier país, pero que él ha querido ubicar en Estados Unidos, porque la cultura estadounidense es algo que llama mucho la atención a los jóvenes, y en el momento en que escribió la novela también era un lugar que le fascinaba.

Un libro tras otro

Desde que tenía nueve años, Andrés no se recuerda sin un libro en las manos. Los libros llegaron a su vida de repente. Su madre le dio uno y en un primer momento no le echó mucha cuenta, pero comenzó a leerlo en un momento de aburrimiento, lo que define como «el detonante». «Después de ese vino otro, y otro, y otro.., y me convertí en un lector súper aficionado», ha confesado.

Por eso, Andrés Luengo se muestra seguro de que «leer y escribir van de la mano», y se pone como ejemplo a él mismo, minutos antes de enfrentarse a su primera presentación en una librería de Huelva capital, todo un «subidón» para un chico que ya tiene fecha para firmar su novela el próximo 11 de junio ni más ni menos que en la Feria del Libro de Madrid.

‘Fuimos fugaces’ es un punto y seguido en su carrera, después de ganar en 2022 el Primer Premio del II Concurso Literario Laura Luelmo, en Nerva (Huelva), con ‘El monstruo’; así como otro primer premio en la modalidad de relatos cortos en el Concurso Joven del también onubense municipio de Aljaraque con ‘El niño de la guerra’; y obtener un accésit en el XXIII de Narraciones Breves Fernando Belmonte con ‘Pétalos de rosa’.

Su pasión por la literatura la resume así: «La lectura es tanto un alimento para el alma como un alivio para el cuerpo, mientras que la escritura es una tirita para el corazón». EFE