Algeciras (Cádiz), (EFE).- El 50 por ciento de la plantilla de Acerinox en Los Barrios (Cádiz) ha depositado ya su papeleta en la consulta sobre la propuesta de la empresa para la negociación del convenio colectivo, cuando se cumple el ecuador de una jornada de votaciones que concluirá a las 23.00 horas.
Un total de 1.765 son los empleados de la fábrica gaditana que están llamados a las urnas. En una jornada electoral que, a diferencia de la anterior, no se está celebrando en las oficinas sindicales. Sino en el vestíbulo del edificio central de la factoría.
Desde primeras horas de la mañana es numerosa la afluencia de personas en el entorno de la planta. Donde la normalidad está presidiendo la jornada a pesar de la tensión y la división acumulada. Aunque sí ha habido cruces de acusaciones e insultos entre trabajadores y representantes sindicales en algunos momentos, pero sin más incidentes.
Las votaciones cuentan con un despliegue de efectivos de la empresa de seguridad de la fábrica. Además de agentes de la Guardia Civil, para garantizar el normal desarrollo de la jornada.
División y tensión
La división y la tensión que se vive en la planta gaditana se originó el pasado día 11. Cuando los sindicatos UGT, CCOO, USO y Alternativas se separaron de la línea de negociación que llevaba a cabo el sindicato ATA desde el inicio de la huelga. Y aceptaron la última propuesta de la compañía para alcanzar un preacuerdo de convenio colectivo.

Esta propuesta mantiene la pretensión de la multinacional de aplicar en la fábrica un sistema de libre disponibilidad de los trabajadores en sus descansos, a lo que ATA se ha opuesto en los más de cuatro meses de huelga, pero a cambio de asegurar el sistema de cinco turnos que evitaría cientos de despidos.
Esta es la razón por la que los otros cuatro sindicatos apelan a aceptar un convenio que, «no es el que queremos», pero que evitaría la pérdida de empleo.
El secretario general de ATA, José Antonio Gómez Valencia, considera que los trabajadores acuden hoy a la votación «coaccionados» por este discurso del resto de sindicatos ante las amenazas de despidos, por lo que los acusa de «traidores» y «corruptos».
El clima en la fábrica evidencia esa división y enfrentamiento entre sindicatos, aunque no está suponiendo un obstáculo para el normal desarrollo de las votaciones. EFE