Javier Herrero | Madrid, (EFE).- Pocos participantes de la última edición de ‘Operación Triunfo’ se han construido una identidad tan marcada como el sevillano Álvaro Mayo. Algo que consiguió a partir de elementos muy vinculados a la «cultura queer» que hace solo unos años muchas voces habrían considerado paradójicamente como una losa para cualquier carrera.
«Yo me he sentido con más potestad de abrazar lo femenino y, sí, las cosas como son, creo que me beneficia que no haya gente de ese perfil en este país». Así lo reconoce a EFE este joven artista sevillano en la semana en la que publica el primer sencillo de su etapa como solista, ‘So Cute’.
No es casual que la canción vea la luz en la semana del Orgullo de Madrid. En cualquier caso, la variable estratégica del movimiento no le resta otra cualidad que es precisamente la que lo convirtió en uno de los concursantes más emblemáticos de su edición: su autenticidad.
«En mi vida me he dado cuenta de que lo más fácil es ir con las cosas por delante. Porque aunque puedes camuflar tu manera de ser por alguien o algo durante un tiempo, eso siempre se cae por su propio peso», opina.
Nacido Álvaro Gutiérrez Mayo (Sevilla, 2002), durante su paso por el concurso sus defensores más acérrimos hicieron famosos gritos de guerra como «guapa, lista, alvaromayista». «Creo que les gustaba que fuese una persona maja, con una imagen positiva y que no me gusten los conflictos», señala.
El concursante y el artista
Una vez concluido aquel período, destaca las múltiples diferencias entre «Álvaro Mayo el concursante» y Mayo, el artista que nace estas semanas en las plataformas de audio y que en septiembre publicará su primer EP.
«Álvaro Mayo era bastante inseguro. Pensaba que se iban a olvidar de mí superrápido y no tenía claro lo que quería hacer. Me subía al escenario hecho un flan. Todo eso cambió en gran parte por la aceptación del público», confiesa.

También, añade a continuación, porque encontró las características del proyecto al que quería dar salida. «Y ahora estoy muy cómodo con lo que estoy haciendo», dice ante unos sonidos inspirados por nombres del pop anglosajón como Troye Sivan, Years And Years o Sam Smith, pero sobre todo por Charlie XCX.
«Llevo años escuchándola. En lo musical siempre me ha parecido muy nuevo lo que propone y también me gustan mucho sus letras y su actitud. Es algo que he intentado replicar: cuando escuchas a una persona superchula y te hacen sentir a ti también muy chulo», indica.
Todo eso se deja sentir en las seis canciones de un inminente EP muy bailable, «con una electrónica un poco de rave, pero que sigue siendo muy pop en sus melodías pegadizas». Las ha compuesto él junto a productores como Santiago Grau. A este lo conocía por su trabajo con Julieta, el dúo Blackpanda y Pablo Rouss.
Forjando sonidos y amoldando letras
Primero forjando los sonidos y después amoldando a ellos las letras que le inspiraban, ha construido un EP «conceptual». En él narra en orden casi cronológico «las diferentes etapas» por las que ha pasado en su juventud, alternando la fragilidad y el empoderamiento.
Un claro ejemplo es el tema de apertura, ‘Lejos’. El primer esbozo surgió al piano en una sesión en la Academia «después de desbloquear un sentimiento». «Me recordaba a una ex pareja y diferentes sentimientos de inseguridad que viví entonces», revela.
Otro que llamará la atención será ‘No siento nada’. «Al compararme con mis compañeros de OT, que eran más jóvenes, me daba cuenta de que ellos lo vivían todo muy intensamente. Este tema va sobre cuando vas con el piloto automático por la vida, porque tienes tantos estímulos que te da miedo que te hagan daño», explica.
No solo Mayo, sino casi toda esta hornada de ‘Operación Triunfo‘ fueron una revolución en cuanto a su manera libre de manifestar su identidad sexual. Es algo que no era tan fácil de ver hace solo cuatro años en España, cuando la «salida del armario» de Pablo Alborán se convirtió en noticia.
Referentes interiorizados
Él lo achaca a que pertenecen a una generación que ha crecido ya con unos referentes interiorizados. Ello a pesar de que en algún momento le alertaran en su entorno de que no se mostrara demasiado «gay» durante el concurso para prosperar más.
«Salió un titular que decía algo así como que mi familia me dijo que no fuera tan gay y, claro, se enfadaron conmigo, porque ellos no son nada homófobos en realidad». Así lo matiza el joven artista. También se declara un irador de Ru Paul y su célebre concurso de «drag queens». En este le ayudó a encontrar «un montón de liberación».
«Yo en ningún momento he querido ponerme una chapa y decir que estoy aquí para dar voz a no sé qué o ponerme la presión de decir que soy un abanderado de tal. Pero, al mismo tiempo, opino que en mi labor como artista debo aportar algo a la sociedad», subraya este Mayo que, al menos este año, florecerá en septiembre.