Huelva, (EFE).- Ecologistas en Acción ha denunciado este miércoles que la sobreexplotación del acuífero costero de Doñana para el abastecimiento de agua al núcleo costero de Matalascañas, en Almonte (Huelva), ha provocado la desecación de las lagunas peridunares y, con ello, la desaparición del ave torillo andaluz.
La organización ecologista no duda del impacto de esas extracciones en el espacio natural. A pesar de que Aqualia, empresa subcontratada por el Ayuntamiento de Almonte para la gestión del agua, intente minimizarlas, según ha asegurado en un comunicado.
Desaparición del torillo andaluz
Se refiere así al reciente informe de la empresa que precisa que los datos registrados desde 2010 «confirman que no ha habido variaciones significativas en los niveles freáticos» en el acuífero. Y que pese al incremento de la población y la demanda de agua en los últimos quince años, el volumen de agua extraída «ha disminuido en un 15 por ciento».
La sucesión de las extracciones en el acuífero litoral ha traído consigo la desecación de las lagunas peridunares y la desaparición del torillo andaluz, que «se ha extinguido en Doñana y, por tanto, en toda Andalucía», denuncia Ecologistas en Acción. Que añade que esta desaparición podría calificarse de «ecocidio». Ya que desaparece una especie por la alteración, en este caso desecación, de dichas lagunas. Y el cordón de lagunas de Rebatehilos en las que ese ave encontraba su hábitat natural.
Según la citada organización, el proceso de desecación ha sido el siguiente. En los años 80 se seca la Laguna del Brezo coincidiendo con la consolidación de Matalascañas como núcleo turístico. Posteriormente, en los años 90 se secan las Lagunas del Charco del Toro y la del Pino. Que se relacionan con la ampliación de la zona conocida como Caño Guerrero. Y en la década 2010 a 2020 se desecan las lagunas del Navazo del Toro, El Ojillo, La Parada, del Taraje y El Zahillo. En ese momento, Matalascañas ocupa más de 5 kilómetros de costa, rozando el límite del Parque Nacional en el hotel El Coto.
A partir de 2022 se vienen secando en verano las lagunas de La Dulce, de Santa Olalla, de Las Pajas, del Sapillo y Los Hermanillos.
Sobreexplotación del acuífero
Todas estas lagunas, ha subrayado Ecologistas, venían jugando un papel esencial en la conservación de la biodiversidad de Doñana, manteniéndose como puntos de aguas permanentes durante el verano, reservando la biodiversidad acuática y siendo refugio para la fauna a la que aliviaba con la presencia de agua durante el verano.
No obstante, Ecologistas en Acción ha aclarado que no sólo por Matalascañas mueren las lagunas. «El mayor impacto deriva de la sobreexplotación del acuífero por la agricultura. Pero la extracción de agua en pozos muy cercanos a las lagunas para el abastecimiento de Matalascañas, justo en verano. Cuando el acuífero está más bajo, da como resultado esa lista negra de lagunas desecadas».
Ecologistas considera que si se quiere revertir esta situación, antes de que la intrusión salina la haga irreversible, al programa de abandono de regadíos hay que sumarle el necesario abastecimiento de Matalascañas con aguas superficiales, ya que, de no hacerse, «se estará tirando dinero público y la sucesión de especies extintas seguirá creciendo de forma inexorable». EFE