La bailaora Manuela Carrasco durante la Bienal de Flamenco de Sevilla. EFE/ Raúl Caro.

La Bienal de Sevilla aspira a marcar el canon flamenco con unos 400 artistas en escena

Sevilla, (EFE).- La XXIII Bienal de Flamenco de Sevilla, que se celebrará entre este miércoles y el 5 de octubre, aspira a marcar el canon de este arte y a formar parte del desarrollo del arte flamenco como arte escénica, con la intervención de unos 400 artistas en 62 espectáculos y casi 70 funciones, según ha dicho a EFE su director, Luis Ybarra.

De esos 62 espectáculos 47 son nuevas producciones, 17 son estrenos absolutos y 30 han sido denominadas «noches únicas». Es decir, espectáculos concebidos para «ocurrir» no para girar, con el mismo espíritu que distingue al arte flamenco como un actividad en tantas ocasiones irrepetible -lo que se ha denominado «el duende», esa rara conjunción que es una mezcla de inspiración, arrebato y talento-.

Para la mitad de las funciones previstas ya se han agotado las entradas antes de que la Bienal haya empezado, por disponer de carteles tan atractivos como el de la clausura, a cargo del bailaor y coreógrafo Israel Galván que, con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) en el Teatro de la Maestranza, ofrecerá su particular visión de la ópera ‘Carmen’, y la inauguración, este jueves, con un espectáculo dedicado a la memoria de Paco de Lucía.

Homenaje a Paco de Lucía

En ese homenaje a Paco de Lucía en el décimo aniversario de su muerte, también en el Maestranza, intervendrán, entre otros, Tomatito, Aurora Vargas, Israel Fernández y Miguel Poveda, que regresa a la Bienal tras catorce años de ausencia y con tres actuaciones.

Bienal Flamenco Sevilla
La XXIII Bienal de Flamenco de Sevilla aspira a marcar el canon de este arte y a formar parte del desarrollo del arte flamenco como arte escénica, según ha dicho a EFE su director, Luis Ybarra. EFE/Raúl Caro

Esta misma mañana sonarán unas bulerías de Paco de Lucía en el Puente de Triana, Sara Baras pronunciará esta tarde el pregón de la Bienal que también incluirá numerosas alusiones a Paco de Lucía y en la plaza de América se celebrará un ‘flahsmob’, a cargo del Ballet Flamenco de Andalucía, como preparación de la inauguración oficial de mañana en el Maestranza, uno de los diez escenarios en los que se desarrollará la Bienal, cuyo cartel es de Miquel Barceló.

Otros escenarios son los Reales Alcázares de Sevilla, el Muelle Camaronero del Guadalquivir, el Teatro Central -exclusivamente dedicado a la vanguardia del baile flamenco- y la desacralizada iglesia barroca de San Luis, que acogerá la actuación de Dorantes, quien con su piano y un clavicordio y desde su estilo flamenco interpretará obras del también barroco Domenico Scarlatti.

El espectáculo de Dorantes es uno de los que ha tenido que hacer dos funciones en vez de solo la prevista inicialmente por haberse agotado las localidades el primer día de su puesta a la venta -el total de localidades puestas a la venta para toda la Bienal, que este año cuenta con un presupuesto de 2,2 millones de euros, es de 40.000-.

Tradición y vanguardia

El lema de «Olé de nuevo» bajo el que transcurrirá esta Bienal no es casual. Ya que su director ha querido centrarla en el cante -lo que no implica que haya catorce noches dedicadas a la guitarra y que sea tan nutrido como de costumbre el programa de baile-. Y hacerlo además, ha dicho, «como quien da un golpe en la mesa».

Bienal Flamenco Sevilla
La bailaora Rocío Molina durante la representación de su espectáculo Carnación en la XXII Bienal de Flamenco de Sevilla. EFE/ Julio Muñoz

«Una vez me dijo un cantaor, Luis, ¿cómo es posible que pasen dos semanas de celebración de la Bienal sin que se escuche un ‘olé’ entre el publico?», un devenir que Ybarra, que dirige la Bienal por primera vez a sus 26 años, ha querido evitar dando a su vez por zanjado el eterno debate entre tradición y vanguardia:

«Si acaso abrimos un debate sobre lo que es y no es tradición y vanguardia, porque el flamenco es un arte vanguardista ‘per se’, no sólo son vanguardistas Israel Galván y Andrés Marín sino que lo son también José de la Tomasa y Manuela Carrasco, que hacen un flamenco radicalmente moderno».

Ybarra ha repasado la conjunción de astros que confluirán en la Bienal al poner como ejemplo el conjunto de voces que cantaran para el baile de Farruquito; que Poveda dedique su recital a los cantaores que inspiraron a García Lorca, que Arcangel haga un recorrido por los «territorios» flamencos a través de un repertorio clásico, que el ya legendario guitarrista Rafael Riqueni interprete su último disco, «Nerja», o que Eva la Yerbabuena enfrente precisamente la tradición y la experimentación en «Solo a Sevilla».

Lugar de encuentros

Como ejemplo de que la Bienal también es un «lugar de encuentros», ha puesto su director el contraste de cante de La Tremendita y La Kaita, quienes cruzarán sus voces junto a la bailaora María Moreno en el Monasterio de la Cartuja, un espacio histórico y misterioso que precisamente se ha reservado al programa más experimental de la Bienal.

Pero para misterios los que deparen la despedida de Manuela Carrasco, que se subirá al escenario con una banda de cornetas para decirle adiós a Sevilla, y los que encierran las voces de seis indiscutibles maestros que se darán cita en «una noche única» -y puede que literalmente irrepetible- en el Alcázar: José de la Tomasa, Calixto Sánchez, Juan Villar, Marcelo Sousa, Romerito de Jerez y Nano de Jerez, bajo un título que lo dice todo: «Por los siglos del cante». EFE