Sevilla, (EFE).- Científicos de la Fundación Progreso y Salud mantienen abiertas cinco líneas de investigación para mejorar el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de las enfermedades degenerativas de la retina. Este es el caso de la retinosis pigmentaria y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Desde el laboratorio de Degeneración de la Retina en Cabimer, los investigadores, liderados por Francisco Díaz Corrales, están desarrollando varios estudios. De este modo que abarcan desde los mecanismos celulares que subyacen en la degeneración de los fotorreceptores de la retina hasta el uso de biomarcadores en lágrimas como método no invasivo para detectar estas enfermedades en sus primeras etapas. Así lo ha informado la Consejería de Salud en una nota.
Según Díaz Corrales, el objetivo es “indagar y desarrollar terapias avanzadas que permitan ralentizar la progresión de estas patologías y mejorar la agudeza visual de quienes las sufren para ofrecer alternativas que permitan mejorar su calidad de vida”.
Así, recurren a células madre pluripotentes inducidas, derivadas de pacientes. Lo hace para crear modelos celulares de estas enfermedades. Es a partir de los cuales generan organoides de retina y epitelio pigmentario para estudiar en detalle las alteraciones que tienen lugar en estas enfermedades.
Conocer mejor los mecanismos moleculares
Mediante esta línea de investigación pretenden conocer mejor los mecanismos moleculares por los que se degeneran los fotorreceptores y el epitelio pigmentario de la retina. Esto sucede en patologías como la DMAE y la retinosis pigmentaria.

Otra de las líneas de trabajo pasa por desarrollar terapias génicas. Es utilizando nanopartículas para la liberación de genes implicados en la retinosis pigmentaria (CRB1, PRPF31 y PANK2). Un ejemplo exitoso es el uso de terapia génica para el tratamiento de mutaciones en el gen RPE65. Se hace aplicado en pacientes con retinosis pigmentaria y amaurosis congénita de Leber.
También están llevando a cabo trasplantes de epitelio pigmentario. Se desarrolla como una posible solución para tratar la DMAE.
Para ello, y mediante novedosas técnicas de bioimpresión, terapia celular e ingeniería de tejidos, están comenzando a desarrollar retinas artificiales con tecnología 3D. Con ellas se prueba nuevos fármacos. En el futuro, se podrían realizar trasplantes funcionales en pacientes con degeneración retiniana.
Díaz Corrales ha afirmado que “el estrés oxidativo desempeña un papel clave en la degeneración de la retina, contribuyendo a enfermedades como la DMAE, la retinosis pigmentaria y las cataratas”.
En esta línea, el grupo está desarrollando una investigación sobre compuestos neuroprotectores derivados de polifenoles naturales, que pueden reducir el estrés oxidativo en la retina.
Biomarcadores en lágrimas
Por último, estudian también el uso de biomarcadores presentes en lágrimas, concretamente, marcadores de angiogénesis, “esenciales para el estudio de la formación anormal de vasos sanguíneos en patologías como la DMAE y la retinopatía diabética”.
En opinión de Díaz-Corrales, “esta línea de investigación permitirá obtener diagnósticos más rápidos y precisos, lo que facilitará la aplicación de tratamientos personalizados y preventivos para los pacientes”.
Estos científicos de la Fundación Progreso y Salud desarrollan sus investigaciones trabajando en colaboración con las asociaciones de pacientes; los oftalmólogos de los principales hospitales de Sevilla; así como con científicos de otros centros e institutos de investigación de Andalucía.