Granada, (EFE).- La Fundación Caja Rural Granada presenta en una muestra el legado más desconocido de Manuel Ángeles Ortiz. Se trata de medio centenar de piezas seleccionadas de entre las más de 300 propiedad de la familia González-Trevijano, Con ellas se quiere recordar al pintor en el 40 aniversario de su muerte.
La Sala Zaida de Granada ha estrenado la exposición ‘Ángeles Ortiz en la Colección de González-Trevijano’. Es una muestra que reúne 59 obras realizadas por Manuel Ángeles Ortiz (Jaén, 1895-París, 1984). Pertenecen a una colección particular conformada por la familia González-Trevijano en los últimos cuarenta años.
Esta colección tiene sus inicios en el retrato que el artista hizo en su etapa de juventud de Rosa Martínez Sanz, abuela del propietario. Se expone cuando se cumple el 40 aniversario de la muerte del pintor en París.
El presidente de Caja Rural Granada y de su Fundación, Antonio León; el coleccionista Pedro González Trevijano, y el comisario y conservador de Museos de la Junta, Antonio García Bascón, han participado en el estreno de la exposición.
El legado más desconocido del artista
León ha explicado que la Fundación Caja Rural Granada decidió conmemorar la efeméride de la muerte del artista con la organización de una muestra que acerca el legado más desconocido del artista. El pintor era de origen jienense pero profundamente arraigado a Granada desde su infancia.
En esta capital andaluza desarrolló parte de su carrera artística. Estuvo marcada por la influencia de su amistad con personajes referentes de la cultura como Federico García Lorca, con quien compartió tertulias en el Rinconcillo del Café Alameda. También con el compositor Manuel de Falla, quien le acercó hasta Pablo Picasso.
En esta ocasión se expone una selección de 59 obras que hasta ahora no se habían presentado. Ello salvo como préstamos puntuales de carácter individual gracias al coleccionista Pedro González-Trevijano.
Manuel Ángeles Ortiz fue un artista que trabajó obsesivamente en varias series. También las mujeres cubistas en su juventud prístina como fórmula iniciática en su obsesivo periodo formativo. Asimismo, los retratos ingrescos en la década de los años veinte cercanos al modelo picassiano, o los paisajes de la Patagonia de su exilio argentino.
El comisario de la muestra ha explicado que estas series agrupan lo mejor del quehacer del artista junto a obras singulares. Del mismo modo, se expone dos platos de cerámica de Fajalauza de los muchos que realizó en los sesenta. Fue una prolongación de los realizados en Vallauris en 1950 junto a Picasso.
Por su parte, Pedro González-Trevijano ha explicado que empezó a coleccionar obras de Ortiz porque, por encargo, realizó un retrato a carboncillo de su abuela materna cuando ella tenía unos siete años, entre 1915 y 1916.
«Ángeles Ortiz fue una pieza fundamental en la renovación del ambiente artístico en España en los años veinte», ha añadido González-Trevijano, que ha explicado que supo acercarse a otras grandes figuras como Miró, Dalí, Luis Buñuel o Man Ray.
La exposición podrá visitarse hasta el 4 de enero de 2025.