Una joven emprendedora ha convertido en negocio viral una terapia japonesa milenaria, los balnearios o 'spa' capilares. EFE/Japanese Head Spa

Convierte en negocio viral la terapia japonesa del ‘spa’ capilar

Málaga, (EFE).- Una joven emprendedora ha convertido en negocio viral una terapia japonesa milenaria, los balnearios o ‘spa’ capilares, que asegura que palían la presión laboral y mejoran la salud del cabello y que ha logrado expandir por España con 18 centros abiertos en solo un año.

Aída García, de 27 años, fundó su empresa en Málaga y ha conseguido que la idea de negocio sea un éxito mediante su difusión a través de las redes sociales.

Ofrecen tratamientos de masaje y presión para liberar la tensión acumulada en el cuero del cabello y así proporcionar una experiencia relajante que hunde raíces en la cultura de Asia y que atrae también a algunos famosos, que ya han pasado por sus instalaciones.

Chorros de agua

Entre otros servicios, proporcionan un masaje relajante desde el cráneo hasta el busto, combinado con masajes terapéuticos que estimulan la circulación y relajan músculos para favorecer la regeneración capilar, y con pequeños chorros de agua sobre la cabeza, siguiendo métodos japoneses.

Afincada en Málaga, aunque natural de Aranda de Duero (Burgos), Aída García creó la firma ‘Japanese Head Spa’ a raíz de un viaje a Miami con motivo de una feria internacional de la industria de la belleza, donde comprobó que en Estados Unidos existían esos servicios, que llegan como novedad a España.

«Las Kardashian ya acudían al spa capilar en Estados Unidos», destaca García sobre este tipo de centros, cuyas terapias también se presentan como forma de aumentar la belleza del cabello, además de luchar contra el estrés.

Cuenta con establecimientos en ciudades como Málaga (donde abrió el primero), Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Granada, Murcia, Córdoba, Bilbao, Valladolid, Mallorca, A Coruña y Gijón, ha convertido su iniciativa en franquicia y ya plantea la expansión internacional.

Creó una empresa con 17 años

Pese a su juventud, Aída acumula una década de experiencia como empresaria, ya que con 17 años creó una agencia de inmersión lingüística durante sus estudios de Traducción.

Con la pandemia de la covid tuvo que parar la actividad, cerrar su empresa y reinventarse a los 23 años.

Así creó su segunda firma, ‘Maderoterapia’, una incursión en el mundo de la belleza con sedes en una docena de países para formación y distribución de utensilios de técnicas de belleza aplicadas con madera.

Con esta iniciativa fue segunda finalista en los premios de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga en 2022.

A lo largo de su trayectoria, García también fundó la primera escuela europea de alto rendimiento de Estética y Belleza, el Grupo IEBE. EFE