Fotografía realizada durante el rescate de un hombre de 43 años que falleció tras arrojarse al río Guadalquivir a la altura del puente de Los Remedios, en Sevilla. EFE/David Arjona

Familia del mantero fallecido en Sevilla recurrirá el archivo de la investigación judicial

Sevilla, (EFE).- La familia de Mamouth Bakhoum, el mantero selegalés que falleció el pasado 29 de diciembre tras saltar al río Guadalquivir en Sevilla cuando al parecer trataba de huir de agentes de la Policía Local, recurrirá el archivo de la investigación judicial sobre su muerte.

Según ha informado en un comunicado la Federación de Asociaciones Senegalesas de Sevilla, el auto de sobreseimiento provisional del Juzgado de Instrucción 17 fue notificado al hermano del fallecido en el mismo momento en el que, por primera vez, se le permitió acceder al expediente judicial.

Por tanto, este colectivo sostiene que se le negó la posibilidad de proponer pruebas adicionales a las ya recabadas que pudieran esclarecer la muerte de Mamouth, lo que lo obliga a acudir a la vía del recurso.

Según esta federación, las pruebas recabadas por la jueza, las remitidas por la Policía Nacional, Local y el Instituto de Medicina Legal de Sevilla, indican que Mamouth murió ahogado después de hundirse en el río Guadalquivir, sin que se aprecie responsabilidad penal en los agentes que lo persiguieron.

Sin embargo, según las asociaciones senegalesas de Sevilla, se pudieron investigar, entre otras cuestiones, las actuaciones llevadas a cabo por los bomberos y los servicios de urgencias y emergencias sanitarias.

Reapertura de la investigación

Al respecto, destacan que a estos últimos se les requieren en el lugar de los hechos «en torno a 50 minutos después de que Mamouth cayera en el río», por lo que ven motivos suficientes para reabrir la investigación judicial.

familia mantero Sevilla
La comunidad senegalesa de Sevilla se concentró por la muerte de un hombre de Senegal, que vendía camisetas como mantero en las calles de la ciudad, y que falleció tras arrojarse al río cuando huía de la Policía Local. EFE/ José Manuel Vidal

La agrupación sevillana ha apuntado que fue precisamente la Unidad de Policía Turística de la Policía Local la que aquel día tuvo entre sus cometidos localizar a vendedores ambulantes en la avenida de la Constitución y la que «persiguió» en los primeros momentos a Mamouth.

«Esto simboliza a la perfección la política del consistorio sevillano, centrada casi exclusivamente en explotar los recursos turísticos de la ciudad y que termina por descuidar o vulnerar los derechos del vecindario sevillano, del que también formamos parte las personas inmigrantes con o sin papeles que vivimos aquí», ha censurado.

La federación sostiene que en Europa las políticas y las leyes son «racistas y xenófobas» sobre todo hacia las personas inmigrantes, por lo que igualmente se dirigirá a la alcaldía y exigirá que se deje de criminalizar a los «cuerpos negros, africanos y afrodecendientes».

También espera que se aprueben políticas municipales que promuevan un cambio de mentalidad en la sociedad para que se puedan «convivir en la diversidad y llegue el día en que de una vez entendamos que somos iguales».

Denuncia por injurias y calumnias

La Federación ha convocado, el próximo sábado 1 de febrero a las 17:00 horas, una manifestación que iniciará su recorrido en el Muelle de Nueva York, en el entorno donde murió Mamouth, para mantener en la memoria colectiva a su compañero y exigir la continuación de la investigación judicial y un «cambio radical» en las políticas municipales sobre la venta ambulante y la inclusión de las personas inmigrantes.

El anuncio sobre el recurso al archivo de la investigación judicial se produce después de que la Policía Local de Sevilla haya informado, a través del Ayuntamiento, de la denuncia a un parlamentario autonómico, una concejal, una europarlamentaria y un periodista por injurias y calumnias en las críticas que hicieron al cuerpo policial tras la muerte del mantero.

Sobre este asunto, el portavoz de Adelante Andalucía, José Ignacio García, aunque ha señalado en rueda de prensa que solo tiene conocimiento de la denuncia a través de los medios de comunicación, ha considerado esta actuación «un auténtico ataque a la libertad de expresión» y se ha preguntado si se trata de «una caza de brujas».

En este sentido, se ha «ratificado al cien por cien» en que existe a su juicio «racismo institucional» por una legislación de extranjería y policial que «criminaliza» tanto a las personas migrantes como la venta ambulante. EFE