Álvaro Vega | Córdoba (EFE).- La masonería no considera «un riesgo», al menos inminente, el auge de la extrema derecha y el populismo, que ponen en cuestión su trabajo. Pero sí ve un «problema que tiene la sociedad, que ahora mismo es la educación».
Así lo ha expresado en una entrevista con EFE el Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España, Jesús Soriano Carrillo. Este a acudido a Córdoba para clausurar las décimas jornadas sobre la masonería, organizadas por la Logia Maimónides 173.
Soriano es el máximo representante de la Masonería de los Altos Grados o Filosófica en España. Se ha mostrado convencido de que «la sociedad es lo suficientemente madura para distinguir estas cosas». Aunque también reflexiona, por contra, que «estamos asistiendo hace dos días a que el país invadido es el que declara la guerra».
Para Jesús Soriano, «este tipo de cosas, desgraciadamente, existen». Asimismo, ha recordado que «cuando se quieren meter con alguien le llaman ‘masón’, igual que en otros sitios le llaman ‘torero’, porque hay otro movimiento y esto es así y es la sociedad que nos ha tocado vivir».
El problema de la sociedad es la educación
A su juicio, frente a ello, «en mi opinión, el problema que tiene la sociedad ahora mismo es la educación». Ello porque «se ha perdido en mucho tiempo y, claro, un pueblo no es libre si no se ha educado».
Algo que, ha subrayado, «con todos los inconvenientes que pueden tener las redes sociales, donde se puede decir cualquier burrada, cualquier disparate amparado en el anonimato, y eso circula y hay gente que se la cree».
Pese a ello, Jesús Soriano piensa que «la mayoría de la sociedad es inteligente y que hay cosas que no se pueden creer». Como ejemplo «pensar que los masones se comen a niños crudos en el año 2025 es una estupidez que no se cree nadie».
La masonería fue reconocida con motivo del primer Día de Recuerdo y Homenaje a todas las víctimas del golpe militar, la guerra y la dictadura. Este se desarrolló bajo el lema ‘Memoria es Democracia’ el 31 de octubre de 2022. Supuso, en su opinión, no solo la asunción de la honorabilidad de la masonería, «sino que nos declaraban como víctimas y como nulos de todos los juicios que habían celebrado con motivo la represión de la masonería».
Honorabilidad reconocida
«Desde ese punto de vista, creo que el Estado español ha reconocido la honorabilidad de la masonería. Otra cosa diferente es, todavía, la sensibilidad que queda en algunas partes de la sociedad española. Después de los casi ochenta años de la dictadura franquista se siguen teniendo, en algunas zonas, pensamientos un tanto extraños, de conspiranoicos», ha dicho. Es «como está de moda ahora mismo en muchas partes del mundo», ha enfatizado el Soberano Gran Comendador.
La Logia Maimónides 173 desarrolla desde hace once años las jornadas. Tuvo un paréntesis en 2021 por la pandemia. Para Soriano, «es un ejemplo de lo que hay aquí».
De este modo, Soriano ha considerado que tanto la Logia Maimónides, fundada en 2011, como las capitulares del Supremo Consejo y el capítulo que existen en Córdoba es proyección de que «la sociedad los acepta”. Esto se demuestra con la repercusión. Asimismo, en el hecho de que se celebren en dos sedes, la Casa Sefarad y el Colegio de la Abogacía de Córdoba.
La ética de la democracia
«Eso significa que la generalidad sabe que sabe lo que pasa, todo lo que ha hecho la masonería por la sociedad», ha dicho. «La masonería es la ética de la democracia. Eso la gente lo sabe, y no hay problema. Creo que tenemos que seguir trabajando, dando ejemplo de los valores democráticos que defendemos. No hay que olvidar que nuestros lemas, libertad, igualdad y fraternidad. Hay que seguir en esa línea y no pasa nada y la sociedad lo entiende», ha recalcado.
Las décimas Jornadas sobre la Masonería en Córdoba, que se clausuran este sábado, abordan la semilla como «germen, origen, proyecto futuro, promesa del provenir, origen de los logros, ofrenda de progreso, paso de la potencia al acto, esencia del cambio, principio para la transformación, suspensión latente, latencia expectante, nacimiento, germen y vida».
La Logia Maimónides, la primera implantada en Córdoba después de la Guerra Civil, persigue con esta iniciativa llevar a la sociedad la normalización de las relaciones con la masonería desde la perspectiva de «de explicar qué hacemos, qué somos y mostrar a la gente el orgullo de nuestra condición», según la convocatoria de las jornadas.
