Salvador Ruiz I Málaga, (EFE).- El difícil a la vivienda en Málaga, que ha motivado hasta tres manifestaciones ciudadanas en nueve meses, es un «tsunami» que ha derivado en localidades del entorno en aumentos poblacionales y abre opciones como ayudas para compradores, realquileres o rehabilitaciones.
En Cártama (30.000 habitantes, al oeste de la capital malagueña) su Ayuntamiento estudia subvencionar a compradores de vivienda para que las familias puedan hacerse con una a «precio razonable».
Barajan que no construyan en su totalidad solares de 120 metros cuadrados y optar por edificaciones más pequeñas, de 60 o 70 metros, tras lo que se podrían ampliar en función de la necesidad de cada familia.
El alcalde de Cártama, Jorge Gallardo, principal regidor del PSOE en la provincia malagueña, ha explicado a EFE que si la medida prospera, serían más de 100 viviendas de protección oficial (VPO) con esa «bonificación».
Ayudas de 8.000 euros para una VPO
Ha apostado por poner fondos económicos del patrimonio del suelo de los Ayuntamientos, procedentes de terrenos vendidos, a disposición de la construcción de VPO, de forma que se aporten entre 5.000 y 8.000 euros en cada ayuda a comprador.
Pero exige que también haya financiación autonómica y estatal «para sacar muchas VPO y ponerlas en muy corto espacio de tiempo a disposición».

«No son nuevos suelos que hay que urbanizar y desarrollar, que es donde la ‘burrocracia’ nos come; esos suelos finalistas que tenemos se deberían poner en marcha y todas las istraciones, independientemente del color político, deberíamos trabajar a una y sacarlo adelante», reclama.
Defiende no entrar en «una guerra de territorios», que cada municipio haga su trabajo en vivienda y «en la misma línea» y que «no puede ser pedir más colaboración o esfuerzo a unos ayuntamientos que a otros».
Además alude a los altos precios de viviendas en Málaga capital. «No podemos desplazar a la gente según nos convenga», manifiesta.
Años de presión en la vivienda
«A Cártama nos ha pillado el tsunami ya de Málaga, la ola nos ha pasado por encima: llevamos los últimos tres años con una presión muy importante en alquiler y adquisición de vivienda», reflexiona sobre la situación.
Explica que los planes generales urbanos de los municipios están «prácticamente bloqueados» e intentan reactivarlos y que los suelos están en manos de grandes propietarios que no los desarrollan, al tiempo que se refiere a la tramitación para desarrollar suelos con procesos «superalargados».
Jorge Gallardo añade que en Cártama se podrían construir más de 2.000 viviendas, pero los suelos deben desarrollarse y las promotoras privadas no se ponen de acuerdo en los costes de urbanización, que se han elevado, por lo que considera que difícilmente verán la luz antes de cinco años.
Piensa en suelos vacantes del 10 por ciento de aprovechamiento de los ayuntamientos, donde nadie quería construir VPO y advierte de futuros problemas de movilidad cuando se completen promociones de viviendas del ‘distrito Zeta’, en Málaga, lo que cree que debe abordar la Junta de Andalucía, junto a las necesidades energéticas.
Cinturón metropolitano
«No se puede proyectar la Málaga del futuro sin tener en cuenta a los municipios a su alrededor y tenemos que desarrollar en conjunto tanto Málaga capital como Cártama, Alhaurín de la Torre, Almogía, o incluso Alhaurín el Grande y Pizarra. Se tiene que proyectar mirando su cinturón metropolitano», destaca el regidor.

Se ha referido al colapso de la carretera A-357 en hora punta al haberse trasladado, debido al precio de la vivienda, ciudadanos de Málaga capital a vivir en otras localidades, aunque suponga «40 minutos de coche y 40 de vuelta».
El alcalde de Casabermeja, Pedro Hernández (PP), asegura a EFE que la falta de vivienda en Málaga capital ha supuesto un incremento de demanda en su localidad, cuyo casco histórico estaba un poco abandonado y donde «se han llenado las casas en alquiler».
Alude a la falta de relevo generacional en cascos históricos de algunos pueblos con casas que, cuando fallecen sus residentes, no son usadas por sus descendientes como residencia habitual.
«En Casabermeja, en dos o tres años, esas viviendas que estuvieron vacías, porque no había relevo generacional, se han alquilado por la presión de personas de Málaga que no tienen posibilidad de tener un alquiler a precio aceptable. Se van a zonas periféricas y han encontrado en Casabermeja precios más asequibles, aunque están subiendo», resalta.
Casas grandes por 600 euros y realquileres
Se alquilan por 600 euros casas grandes (150 o 200 metros cuadrados) y, en ocasiones, el inquilino subarrienda a otras personas, según Hernández, que precisa que han llegado ciudadanos sudamericanos que buscan inmuebles asequibles.
Casabermeja, al norte de la capital malagueña, ha pasado de unos 3.500 habitantes a 4.100 en tres años y su Ayuntamiento impulsará terrenos para 70 VPO.
«Si en dos o tres años se ponen en el mercado, estaría satisfecho», indica el alcalde, do, además de comentar la falta de suelo finalista para desarrollar y que hay urbanizaciones de hace 20 años donde se vendieron solares para viviendas unifamiliares aún no construidas.
En Totalán, al este de Málaga capital, se ha reformado una veintena de casas antiguas para ser habitadas por malagueños o ciudadanos extranjeros, explica a EFE su alcalde, Víctor Martín (PP), que precisa que llegan personas interesándose por parcelas donde edificar.
Han pasado de 771 a 815 habitantes en menos de un año, tendencia de incremento observada en los dos últimos ejercicios, y los alquileres están entre 500 y 600 euros.
Ante el panorama de la vivienda en Málaga, muchos optan por irse a pueblos pequeños como «Moclinejo, Totalán, Almáchar o El Borge». Los precios suben en Totalán: «una vivienda que valía 100.000 (euros), está casi al doble porque están viendo la demanda que hay y suben». EFE