Zaragoza (EFE).- El Hospital San Juan de Dios de Zaragoza se ha dotado de un exoesqueleto de rodilla para personas adultas que acelerará la recuperación de la movilidad de alrededor de 375 pacientes al año que sufren daños neurológicos, fundamentalmente los causados por ictus, un accidente cerebrovascular que cada día sufren ocho personas en Aragón.
El exoesqueleto, que este martes ha presentado en rueda de prensa la directora del centro hospitalario, Carmen Vicente, junto al consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, José Luis Bancalero, se incorporará a la Unidad de Neurorrehabilitación, donde cada año se tratan 500 pacientes con daños cerebrovasculares, el 50 % de los cuales podrán experimentar un acortamiento del proceso de rehabilitación con este robot.
Aunque todavía no hay publicaciones científicas que establezcan el periodo de acortamiento del plazo de rehabilitación, la coordinadora de la unidad, Ana Coarasa, ha incidido en la mejora que implica este tratamiento por su intensidad y tipo de trabajo.
Las neuronas aprenden «viendo»
Coarasa ha apuntado que el robot facilita a las neuronas que «aprendan viendo», promueve la reordenación de los circuitos neuronales y fortalece los músculos debilitados para finalmente entrenar patrones de marcha más seguros para lograr la independencia funcional.
En concreto, la tecnología funciona como un músculo artificial que imita el funcionamiento de la articulación, lo que ayuda a conseguir que el paciente realice los movimientos adecuados de forma guiada, segura y con estabilidad.
Las investigaciones, como ha explicado la doctora Coarasa, muestran que estos exoesqueletos permiten un tratamiento precoz, motivan al paciente y acortan el periodo de rehabilitación.
De este modo, el tratamiento podría beneficiar a pacientes con debilidad de rodilla derivada de enfermedades cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos, encefalopatías infecciosas y degenerativas, polineuropatías o lesiones musculares, entre otras.
Estos exoesqueletos suponen un nuevo enfoque para las personas que sufren una restricción de las actividades de la vida diaria, especialmente a consecuencia de lesiones del sistema nervioso, aunque también es aplicable en ciertos casos de traumatismos.
Disminuye el esfuerzo del terapeuta
Además de ayudar de manera precoz a mejorar la función de las extremidades, también disminuyen el esfuerzo por parte del terapeuta al tiempo que intensifican el entrenamiento del paciente y permite trabajar de manera individualizada e interactiva, a través de un entorno virtual.
Se trata de herramientas novedosas que amplían las posibilidades terapéuticas y mejoran el pronóstico funcional de pacientes que pueden ser rehabilitados, siempre con una indicación correcta y protocolos adecuados de tratamiento, selección de los pacientes susceptibles de mejora y consensuando los objetivos funcionales realistas a conseguir con el paciente, la familia y el equipo de rehabilitación, han apuntado desde el centro hospitalario.
Fabricado por la empresa Marsi Bionics, el robot tiene un coste de 70.000 euros que han sido financiados en un 60 % por la empresa aragonesa AMC, que ya donó un guante robótico, y ha contado también con la aportación de otras empresas aragonesas a través del clúster de salud Arahealth y de la Cámara de Comercio.
El consejero de Sanidad ha destacado el «campo apasionante de posibilidades» que se abre con las nuevas tecnologías y es por lo que, ha asegurado, el Gobierno de Aragón está valorando la incorporación de esta nueva tecnología con el fin de que los profesionales puedan continuar con el desarrollo de sus capacidades.
Según Bancalero, en la sanidad pública esta nueva tecnología se va a implantar en el ámbito del diagnóstico para el desarrollo de estudios genéticos en enfermedades raras así como en tratamiento de enfermedades neuromusculares complejas.
Así, ha anunciado que se van a adquirir dos nuevos robot Da Vinci para cirugías mientras se valora la vía por la que se puede adquirir la nueva tecnología para el campo de la rehabilitación.
