Zaragoza (EFE).- Los trabajos para la demolición por fases del estadio de La Romareda, que cumplirán un mes este 8 de agosto desde su comienzo, avanzan a buen ritmo para que el próximo 8 de septiembre cuando acoja el primer partido de la temporada 2024-2025 entre el Real Zaragoza y el Elche los espectadores puedan asistir con seguridad.
En este primer mes ya se han evacuado 90 camiones de escombros que suponen unas 2.200 toneladas de las que más de un 90 por ciento se podrán valorizar.
Así lo ha explicado la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, tras su visita en la que también han participado la vicepresidenta del Gobierno de Aragón, Mar Vaquero, el gerente de la Sociedad La Nueva Romareda, Martín Fuica, el director general del Real Zaragoza, Fernando López, además de representantes técnicos de la UTE OHLA-Deltapunt 3000 y de IDOM.
La ejecución de esta primera fase, denominada 1A, cuenta con un presupuesto total de 3,1 millones de euros.

En las obras están trabajando 37 operarios que únicamente no tienen actividad los domingos que ya prácticamente han finalizado la demolición del antiguo edificio de gerencia de urbanismo, mientras que el edificio del Cubo se derribará en las próximas semanas en dos fases.
Buen ritmo
Natalia Chueca ha asegurado que las obras están avanzando a buen ritmo y en las próximas seis u ocho semanas se completará la demolición de la grada del gol sur con el objetivo de «garantizar la seguridad» de los aficionados que asistan al que será el primer partido de la Liga Hypermotion 2024-2025, aunque será el correspondiente a la cuarta jornada y que «las afecciones sean mínimas».
Los trabajos se están desarrollando con tres objetivos: minimizar las molestias a los vecinos; maximizar la seguridad; y cumplir los plazos previstos que puedan producirse en el transcurso de las obras.
Sobre los plazos, Chueca ha comentado que se está tratando incluso de ganar algunas fechas para poder disponer de margen «ante los imprevistos».
Los trabajos también se centran en que el de los aficionados se produzca en su momento con normalidad y sobre el aspecto interior que ofrecerá el campo en el primer partido, la primera edil ha anticipado que se colocará una lona para ocultar las obras en las gradas.
El mes de septiembre supondrá un cambio de ciclo tras las demoliciones ya que se pondrán en marcha las primeras acciones del plano constructivo: la excavación del sótano, la cimentación y la creación de muros de contención.