Fotografía del París Games Week, el mayor salón dedicado a los videojuegos de Francia, cuya última edición se celebró a principios este mes de noviembre. EFE/ Edgar Sapiña Manchado

En el entorno digital no todo es adicción, existe el uso saludable o educativo de las TIC

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- Concienciar a la comunidad educativa y a la sociedad de que en el entorno digital en el que viven niños, adolescentes y jóvenes «no todo es adicción» y que las dependencias que existen operan como el resto, y mostrar que la tecnología tiene un uso saludable y educativo ha sido el objetivo de unas jornadas sobre prevención de tecnoadicciones.

Con el lema «Jóvenes en entornos digitales educativos y saludables, ¿es posible?» y organizadas por la Fundación Adsis y la Red Europea de Lucha contra la Pobreza, estas jornadas han abordado «los fantasmas del videojuego», charla en la que el profesor de la Universidad del Atlántico Medio
Iván
Martín ha ahondando en cómo el perfil de cada jugador debe tenerse muy en cuenta a la hora de aplicar en las aulas la ‘gamificación’ o técnicas de juego.

Además, la responsable de aprendizaje virtual Ana Maganto y psicólogo del centro Aluesa de Adsis Óscar Lorenzo han presentado a alumnos de los institutos de Secundaria Pérez Galdós y Vega de San José el aula virtual de esta entidad social, una herramienta que han construido de forma colaborativa sus centros de Valencia, Asturias, País Vasco y Canarias y desde la que ofrecen píldoras formativas a docentes, alumnos e instituciones preocupadas por los ‘riesgos TIC’, las tecnoadicciones y las buenas prácticas digitales.

Así lo ha explicado a EFE el psicólogo y responsable de la Asociación de Atención a las Ludopatias y Exclusion Social (Aluesa), Óscar Lorenzo, quien ha manifestado que los videojuegos «tienen una vertiente educativa, artística y de ocio».

«Nos hemos querido alejar del debate sobre prohibir o no, creemos que hay que dar un paso más allá. El entorno virtual ya es una realidad en los niños y en el mundo adolescente y joven, con lo que el reto está en que los profesionales que les atendemos nos sumerjamos en el entorno digital, aprendamos a sacarle partido y a utilizar herramientas que, de verdad, sirven para un uso saludable o educativo. Esa es la idea con la que queremos trabajar», ha dicho.

Desde Adsis no niegan que existan ‘riesgos TIC’, memes, ‘sexting’ (envío de vídeos sexuales por el móvil) o ciberpornografía, pero consideran «que si seguimos con un discurso de miedo vamos a perder oportunidades de uso educativo o saludable» de la tecnología.

Por eso, sobre el debate de regular la inteligencia artificial o el uso del teléfono móvil en las aulas, Lorenzo dice que Adsis aún no posee la información suficiente como para «posicionarse».

«En los últimos tres años hemos participado en distintos foros y, en principio, en todos damos el mismo discurso: lo que sea negativo o perjudicial, que se regule cuando sea perjudicial. Si hay violencia, un uso inadecuado en el sentido de violar la intimidad o sustituir identidades, que se combata con la fuerza de lo que ya existe, pero cuando se habla de que hay que regular la inteligencia artificial (IA), consideramos que algunos chicos la están usando de una forma adecuada», refiere.

El psicólogo apunta que esta entidad también cree «que hay que cambiar todo el modelo educativo en relación con las nuevas tecnologías, que pueden propiciar ahorros y atajos eurísticos para obtener información y hacer trabajos. No nos parece ni bueno ni malo, siempre se hizo lo de cortar y pegar y hacer resúmenes con palabras nuevas, eso no mermó la capacidad intelectual de generaciones anteriores que no vivieron en entornos digitales».

Para estos profesionales, «el debate no es si la IA es una amenaza», sino «que la gente que trabaja con adolescentes y jóvenes entienda que adicciones en sí son el uso compulsivo de internet y el trastorno por uso de videojuegos, además de lo que tiene que ver con el juego online, es decir, la adicción al juego de toda la vida».

«Esos son los reales peligros adictivos, el resto son fenómenos que pueden ser perjudiciales, pero que se reconducen con un buen control externo», afirma.

Óscar Lorenzo ha explicado que se debe separar esos tipos de adicciones «de otros riesgos TIC, que tienen que ver con el uso de la violencia, el maltrato, la pornografía, la vejación hacia la mujer, y que son conductas peligrosas asociadas a la tecnología».

«El proceso adictivo a través de la tecnología funciona como cualquier adicción: porque una conducta o una sustancia provoca dopamina en el cerebro y cada vez necesitamos más cantidad para obtener la misma satisfacción», ha añadido.

Y ha remarcado que a las adicciones se llega por problemas ambientales, personales y por una base genética que está por estudiar.

En su opinión, que un niño pase «muchas horas con el móvil no necesariamente es una adicción. Antes pasábamos muchas horas jugando a la pelota en la calle y a nadie se le ocurría hablar de una adicción a la pelota, el entorno en sí no es perjudicial, es la conducta, cuando que cada vez necesito» usar esa tecnología «con más fuerza, nos domina más, nos produce menos satisfacción y, al final, nos cambia el temperamento y nos crea problemas personales, como bajo rendimiento».

En su conferencia sobre «los fantasmas del videojuego, el doctor en Comunicación Audiovisual Iván Martín, ha itido que lo que preocupa ahora de estas aplicaciones interactivas orientadas al entretenimiento es que «los estímulos son más inmediatos y fugaces» que cuando se crearon, en 1958, lo que hace que «la atención del jugador no se focalice», una dispersión a la que contribuye más, si cabe, la realidad virtual, con la que «se pierde el contexto».

A su juicio, un buen uso del videojuego pasa por que sea adecuado a la edad del jugador, que este se divierta con responsabilidad y que exista siempre una supervisión del entorno familiar, sobre todo cuando se dan determinados perfiles, como los tóxicos, esto es, los que poseen un alto nivel de frustración, ya que en ellos pueden aparecer conductas de riesgo. EFE