Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El Teatro Cuyás promete llenarse de risas este fin de semana con el estreno en la capital grancanaria de la comedia ‘Burundanga’, un lío amoroso que relata con intriga y humor el final de ETA y que, tras casi 13 años en los escenarios, sigue llenando los teatros.
«Burundanga es una comedia que comienza con la pretensión de ser algo más cotidiano, pero al final estamos tratando con personajes que rayan un poco la locura y con situaciones que son también una locura», ha explicado este jueves en una rueda de prensa la actriz Paula Braguinsky, que forma parte del elenco.
Pero, al final, continúa Braguinsky, «se convierte en una comedia de situación en la que estás viendo a personas reales a las que les está pasando algo extraordinario y que no están sabiendo resolver y es ahí donde está la magia de la función».
En ‘Burundanga’, Berta, que está embarazada de Manel, no sabe si él la quiere lo suficiente como para seguir con el embarazo y su compañera de piso y farmacéutica, Silvia, le propone salir de dudas istrándole a su novio una dosis de escopolamina, droga con la que lo dejará a merced de sus preguntas y sin voluntad para mentir.
El montaje, que está programado en el Teatro Cuyás los días 9, 10 y 11 de febrero a las 19.30 horas, lleva la firma del dramaturgo, guionista y traductor barcelonés Jordi Galcerán y desde su estreno en junio de 2011 -cuatro meses antes del cese de la actividad armada de la banda terrorista- suma más de 3.500 representaciones y más de un millón de espectadores.
Según el actor Jorge Vidal, si ‘Burundanga’ se ha convertido en un éxito es porque es una obra «fresca, divertida y que tiene unos giros locos», es decir, «parece que está yendo hacia un lado y de repente hay un volantazo y se dirige a otro lado completamente inesperado».
«Es un gusto hacer esta obra, la verdad. En el texto, cada página que vas pasando dices: ‘no me puedo creer, ¿qué les va a pasar ahora?’ Y siguen pasando más cosas. Está súper bien escrito, está súper bien dirigido, porque Gabriel Olivares controla muy bien de comedia, y nos lo pasamos bomba, y todo eso suma, nos lo pasamos bien y el público se lo pasa bien», ha explicado la actriz Paula García Sabio.
Y es que, ha confesado Vidal, una de las cosas más difíciles para ellos durante la representación es no reírse.
«Muy poquitas veces en mi carrera había vivido esa sensación al final de felicidad compartida con el público», ha declarado Diego Braguinsky, uno de los actores veteranos de esta obra, que cuenta con un elenco de cinco intérpretes pero por la que han pasado ya más de 40.
El humor para acercarse a una herida
Los artistas han explicado que la acción está situada en el año en que se estrenó, 2011, y que aunque no haya habido un cambio en el texto, sí que ha cambiado la forma de narrar.
«El primer año comparado con nosotros es como comparar a una tortuga con un Ferrari, el ritmo de la escena ha crecido», ha explicado Diego Braguinsky.
El actor ha recordado también que, cuando se estrenó esta obra, ETA aún no había abandonado la lucha armada y que había que tener valor para hacer la función y había actores que no querían hacerla «porque si no gustaba no sabías lo que te podía pasar».
«En cambio ahora es como el pasado, aunque vuelve a salir constantemente el tema a la palestra, pero ahora nos podemos permitir que sea mucho más comedia», ha asegurado.
«De hecho -ha declarado Vidal- hay algo muy bonito en acercarse a ese conflicto y esa herida que tiene España desde el humor y desde una cosa disparatada porque hay como algo sanador». EFE