Foto de Domingo Trujillo (i) tomada el 29 de abril de 2020, al día había siguiente de socorrer a un bebé nacido a bordo de una patera, con los dos marineros de la Salvamar Mízar en aquellos momentos. EFE/ Carlos De Saá

Pedro Sánchez recibe al patrón de Salvamento que ayudó a nacer a un bebé en una patera en Fuerteventura

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido al patrón de Salvamento Marítimo que en abril de 2020, en pleno confinamiento por la pandemia de covid-19, cortó el cordón umbilical a un bebé nacido a bordo de una patera, a casi 70 kilómetros de la costa de Fuerteventura.

Se trata de Domingo Trujillo, primer oficial de la Guardamar Talía, que en aquellas fechas servía como patrón de la Salvamar Mízar, con pase en el puerto de Gran Tarajal (Fuerteventura), según detalla Salvamento Marítimo, a través de su página web.

Los hechos ocurrieron el 28 de abril de 2020, cuando la Salvamar Mízar acudió en ayuda de una de las numerosas pateras que en aquellas fechas salieron desde la costa de Sahara hacia Canarias.

«Durante el rescate, los ocupantes nos señalaban a alguien. Era una mujer que acababa de dar a luz, con su bebé en brazos. Mojada, la ropa mezclada de sangre, la placenta, el miedo, la cara de miedo de quienes la rodeaban. ¡Estábamos en medio del Atlántico y allí había un bebé, un ser minúsculo que no se movía!», relata Trujillo.

Este marinero recuerda aquel episodio como uno de los más importantes de sus 22 años en Salvamento, porque, además, llegaron a temer que el recién nacido no sobreviviera, pues no lloraba.

El presidente Pedro Sánchez (d) con Domingo Trujillo (i), en una imagen facilitada por Salvamento Marítimo. EFE

Sin comadrona, sin médico, solo dos marineros y un mecánico

«Con la ayuda de sus compañeros logramos pasarlos a la Salvamar. Con la ropa mojada, con la placenta suelta, con el bebé agarrado sin saber si estaba vivo o muerto… Allí no había comadrona, ni paritorio, ni médicos, ni tiempo para llamar y pedir consejo. Allí solo estábamos tres modestos tripulantes de la Salvamar Mizar. Un marinero, Pepe. Un mecánico, Guillem. Y un patrón, yo», rememora.

El patrón de la Salvamar Mízar se dio cuenta de el niño seguía unido a la placenta, así que tomó unas bridas de electricista que llevaban a bordo del barco y con eso amarró el cordón.

«Llegué a pensar que no iba a vivir. No entraban en calor. Entonces, en el interior del puente, improvisamos una especie de cuna con mantas de la Cruz Roja. Allí los acomodamos. Con el permiso de la madre, la desnudamos y colocamos al pequeñín en su pecho, pegadito. Piel con piel para que entrara en calor», señala.

«El bebé era nada, un poquito más que mi mano. Los cubrimos con más y más mantas. Hicimos proa a Puerto del Rosario, pendientes en todo momento de las personas rescatadas y en especial de la madre y su hijo. Poco a poco iban entrando en calor. Y de repente… ¡el niño lloró!», añade.

Trujillo reconoce que en ese momento «todos acabaron llorando» en el barco y subraya que quiere compartir el reconocimiento que ha recibido con sus compañeros de tripulación aquel día, «Guillem y Pepe», con los demás tripulantes de Salvamento, con la jefa del centro de Las Palmas, Sofía Hernández, y con los controladores que estuvieron pendientes de ese rescate.

Este patrón de Salvamento es uno de los diferentes de los servicios de emergencia a los que Pedro Sánchez ha expresado su agradecimiento en una recepción colectiva por sus servicios durante la etapa más dura de la pandemia de covid-19, cuando se cumplen cuatro años de la declaración del estado de alarma en España. EFE