Las obras del hotel de La Tejita, en Tenerife, es para los ecologistas un ejemplo del modelo de desarrollo desenfrenado que a su juicio sigue Canarias, contra el que han convocado una manifestación el 20 de abril. Imagen de archivo. EFE/Alberto Valdés

Colectivos ecologistas convocan una manifestación contra el desarrollo desenfrenado y el colapso en Canarias

Santa Cruz de Tenerife (EFE).- Una quincena de colectivos ecologistas y plataformas ciudadanas han convocado una manifestación en Tenerife para demandar un cambio en el modelo de desarrollo «desenfrenado» que, a su juicio, sigue Canarias, al considerar que se han sobrepasado «con creces» todos los límites y hay «un colapso a todos los niveles».

Demandan la conservación de los espacios naturales, la implantación de una ecotasa, una moratoria turística y vacacional y la regulación de la compra de vivienda por extranjeros.

«Canarias tiene un límite» es el lema de esta manifestación, convocada para el sábado 20 de abril, y que partirá a mediodía desde la Plaza Weyler de Santa Cruz de Tenerife.

Salvar La Tejita, Coordinadora El Rincón, Ben Magec-Ecologistas en Acción, Salvar El Puertito, Asociación Tinerfeña de Amigos de la Naturaleza (ATAN), Fundación Canaria Telesforo Bravo-Juan Coello y El Grupo de Ornitología e Historia Natural de las islas Canarias (GOHNIC) son algunos de los convocantes.

También llaman a la movilización la Plataforma Los Silos-Isla Baja, Red ASIREM, Asociación para la Conservación de la Biodiversidad Canaria (ACBC), Rebelión Científica Canarias, Asociación para el Desarrollo Comunitario Agentes del Cambio, Asamblea en Defensa de Nuestra Tierra (ADNT), Asociación Abeque, y Colectivo Ecologista Tabona.

Los convocantes sostienen que la situación es alarmante, porque, a pesar del aumento récord de turistas, la pobreza sigue en ascenso.

«La biodiversidad y los espacios naturales de las islas están sufriendo un deterioro sin precedentes, mientras que la búsqueda de vivienda se ha vuelto una tarea cada vez más difícil», denuncian.

El caos generalizado en el transporte, la emergencia hídrica o el vertido diario de millones de litros de aguas fecales al mar «son señales inequívocas de un modelo insostenible e insoportable».

Para los convocantes de esta protesta, la respuesta de las instituciones a esta crisis es desalentadora, porque en lugar de abordar los problemas de raíz, «continúan apostando de manera premeditada por la destrucción de las islas».

Así, las instituciones perseveran en la construcción de más hoteles como Cuna del Alma o «el hotel ilegal» de La Tejita, más urbanizaciones de lujo para extranjeros y la expansión de carreteras, puertos, aeropuertos, vehículos e incluso trenes.

Los grupos ecologistas advierten de que este modelo de desarrollo desenfrenado «está devastando la calidad de vida en Canarias» y amenaza la biodiversidad, los paisajes y la identidad de la gente.

Afirman que las consecuencias de este modelo de turismo de masas para la calidad de vida de las personas es nefasta y deja playas contaminadas, pérdida del territorio, trabajo precario, falta de espacio para residentes, imposible a la vivienda, tráfico insoportable o ‘ecoansiedad’.

«Todo esto ocurre en un contexto de crisis climática global en el que las instituciones están pasando por alto sus graves consecuencias presentes y futuras que, en Canarias, se manifiestan principalmente con un aumento de las temperaturas, más calimas, sequía y el retroceso de muchos ecosistemas», aseguran.

Para los convocantes, esta manifestación «no solo es un llamado a la acción», sino también la exigencia de «un cambio de rumbo hacia un modelo de desarrollo sostenible que respete y proteja el invaluable patrimonio natural de Tenerife y de Canarias en su conjunto». EFE