Puerto del Rosario (Fuerteventura) (EFE).- El Cabildo de Fuerteventura y los seis ayuntamientos de la isla han escenificado este viernes su oposición a las prospecciones para investigar la presencia de tierras raras en su territorio, al considerar que se trata de una de las actividades más contaminantes del planeta y con graves riesgos para el medio ambiente y las personas.
La presidenta insular, Lola García (CC), y los dirigentes municipales han mantenido un encuentro para mostrar su rechazo al proyecto al que también han asistido los portavoces de todos los grupos políticos con representación en el pleno del Cabildo, ha informado la Institución insular en un comunicado.
Lola García ha advertido del daño que causaría la extracción de tierras raras, «una actividad minera invasiva que produce alta contaminación por el desecho de materiales radioactivos producidos del subsuelo, que no es compatible ni con nuestro modelo de isla y, ni mucho menos, con el respeto al medioambiente y la biodiversidad».
Por este motivo, «hemos empezado la lucha contra todos aquellos que quieren venir a destrozar nuestro territorio y ya hemos dado pasos firmes para detener esta agresión hacia Fuerteventura».
Desde el Cabldo ya han sido presentadas las alegaciones al primer permiso que abarca cuatro cuadrículas mineras en el término municipal de Puerto del Rosario, y se encuentra elaborando las que se presentarán contra un segundo proyecto que multiplica por 14 la superficie del anterior, con 56 cuadrículas que abarcan 19 kilómetros cuadrados de los municipios de Pájara y Betancuria.
El vicepresidente, Blas Acosta (PSOE), ha apuntado que se trata de «una actividad contraria al modelo de isla que queremos para Fuerteventura, ante la que debe prevalecer la protección del medio y el binomio turismo-sostenibilidad».
Acosta ha añadido que «tampoco es de recibo que la Consejería de Industria no haya sido capaz de informar al Cabildo ni haya facilitado el expediente para presentar las alegaciones».
En el caso del permiso que afecta al municipio de Puerto de Rosario, su alcalde David de Vera (CC) ha destacado la fuerte contaminación que conllevan este tipo de actividades, «que se pretenden realizar en suelos no antropizados, con prohibición expresa de usos mineros, lo que da lugar a una afección grave al medio, a la población, la sostenibilidad y al desarrollo de nuestro día a día».
Sin mencionar, ha indicado, «el daño que provocaría en la actividad ganadera de costa de la zona del mancomún».
El teniente-alcalde de Pájara, Alexis Alonso (CC), ha explicado que «la actividad que se quiere autorizar no se corresponde con el modelo de municipio y se trabaja para presentar alegaciones».
Los informes elaborados por los distintos servicios del Cabildo (Medio Ambiente, Reserva de la Biosfera, Patrimonio, Consejo Insular de Aguas y Ordenación del Territorio) alertan de que los permisos itidos a trámite se sitúan en zonas protegidas de alto valor natural y patrimonial de la isla (zonas de la Reserva de la Biosfera, ZEPA, ZEC, Red Natura 2000 y hábitats de interés comunitario), afectan a elementos de valor patrimonial y etnográfico, e incapacitan los suelos aledaños para la actividad agrícola y ganadera.
En el caso del permiso denominado Tenáridos FV-02 PL. Opáres, (Puerto del Rosario), la Corporación insular advierte en sus alegaciones de que la zona de investigación afecta a suelo rústico de protección natural y de protección paisajística.
Se ubica sobre dos espacios pertenecientes a la Red Natura 2000: la zona de especial protección para las aves ZEPA Betancuria y ZEPA Lajares, Esquinzo y Costa de Jarubio.
Afecta, además, al espacio natural protegido de Parque Rural de Betancuria, zonas de la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura y al plano de cuadrícula del Plan de Recuperación y nidificación del guirre y coincide, también, con zonas de alimentación de hubara canaria, con el mapa de especies protegidas y es un área prioritaria de reproducción y concentración de especies amenazadas de avifauna.
Igualmente, la cuadrícula minera de ‘Tenáridos-FV02 P.L Opáres’ se ubica dentro de la zona del mancomún de Puerto del Rosario, donde se practica la ganadería de costa y cuyo destino se dirige a la actividad ganadera, y afecta directamente por el extremo este al yacimiento arqueológico denominado Llano de los Opáres.
Se localiza, asimismo, muy próximo al yacimiento denominado Los Molinos y a un yacimiento paleontológico y coincide con terrenos de dominio público hidráulico correspondientes a los barrancos de La Morena y de Los Molinos, y podrían alterar el sistema de aprovechamiento de aguas superficiales de escorrentía y a captaciones de agua subterráneas, opinan las instituciones majoreras. EFE