Carla Domínguez |
Santa Cruz de Tenerife, 14 may (EFE) (EFE).- «Donde vivíamos mataban a mucha gente, por eso venimos de allí. Tenían amenazada a mi mami», relató Samuel, un niño hondureño, en febrero de 2023 desde el albergue para migrantes en Reynosa (México), en la frontera con Estados Unidos, con el propósito de alcanzar un futuro mejor.
El testimonio forma parte del documental animado ‘Somos Pajaritos’, que estrenó en 2023 Médicos Sin Fronteras y ¡Hola! Combo para transmitir cómo es la vida del migrante desde la mirada de siete niños, con edades comprendidas entre los 6 y 9 años, en un trabajo que intenta visibilizar sin revictimizar a sus protagonistas.
En una entrevista con EFE en Tenerife, con motivo de los Premios Quirino a las mejores películas de animación del año en Iberoamérica, la directora del filme y el gestor comunicativo de MSF México, Gabriela Badillo y Esteban Montaño, recuerdan la historia y el proceso de confección del proyecto.
La obra fue finalista del premio a Mejor Animación Iberoamericana por Encargo, y aunque no logró hacerse con el título, sus responsables remarcan el orgullo de haber intentado sanar y despertar ilusiones en Luis, Valeria, Samuel, Nahomy, Pedro… y así hasta un total de 20 pequeños.
«Este esfuerzo no ha sido nada, pero cuando lleguemos (a EEUU) si puede ser algo», prosigue Pedro, de Guatemala, en el documental animado, que recuerda las ausencias y obstáculos por los que ha pasado su familia desde una madurez que ha sido trabajada con experiencias.
Poner el foco en los niños
En relación al fondo de esta producción, Badillo explica que los procesos migratorios «casi siempre» se abordan con adultos y sus historias, y por eso ‘Somos Pajaritos’ (2023) busca huir de esa realidad para poner el foco en los niños, desde el máximo respeto a sus emociones y el consentimiento de sus progenitores.
Asimismo, el equipo de rodaje y producción materializó talleres y lecturas infantiles para promover la diversión y entretenimiento de los menores durante cuatro días, y fue entonces cuando el discurrir del tiempo dio rienda suelta a la naturalidad del recuerdo, velado por la protección psicosocial de Médicos Sin Fronteras.
«Los niños lo veían con la emoción de tener un espacio lúdico y durante esas jornadas se les ofreció un tiempo y lugar en el que podían pintar, leer, cantar… A través de todas estas actividades, compartían de forma espontánea sus experiencias migratorias”, ha revelado Montaño, de MSF.

De hecho, la pieza audiovisual no muestra las identidades de los menores, tan solo sus voces, y lo consigue a través de un hilo de dibujos que simbolizan las vivencias que han tenido, sus ilusiones e incertidumbres bajo los trazos animados del crayón.
En ese relato, Esteban Montaño subraya las diferencias en su canalización de emociones respecto de los adultos, un hecho que hace mucho «más complejo» el trabajo psicosocial que se gesta en las organizaciones porque, asegura, muchas veces los niños no reconocen las emociones que sienten.
Solidaridad y resistencia
A pesar de esta realidad infantil, el documental ‘Somos Pajaritos’ no busca anclarse en el ángulo de la tristeza sino sumergirse en la sorprendente solidaridad y resistencia que muestran los niños: «Queríamos un balance entre la crudeza de la realidad y esa chispa que tienen adentro para resistir», comenta Esteban Montaño.
Por su parte, Gabriela Badillo resalta que el documental también pretende cambiar la narrativa sobre la migración en sí porque, afirma, «ser migrante ha estado muy estigmatizado», por lo que la directora creativa de ¡Hola! Combo defiende que el acto de emigrar no sólo es que sea lícito, sino también natural.
‘Somos Pajaritos’ recibe ese nombre porque su fin es trascender lo que se manifiesta en la frontera bajo la metáfora que aportan las aves migratorias que, «pequeñas y muy fuertes», como los niños y sus padres, se mueven por instinto para garantizar su subsistencia.
¿Y por qué focalizarse en la población infantil y migrante? La respuesta es clara para Médicos Sin Fronteras: A principios de 2023, 111.505 personas migrantes fueron detenidas en situación irregular en territorio mexicano y, de esa cifra, 34.489 eran menores.

«Los niños y adolescentes conforman una población cada vez más presente en flujos migratorios y, por sus vulnerabilidades ante las hostilidades que viven por el camino, tienden a sufrir mayores impactos en su salud física y mental», responde Montaño.
Ante la actual situación migratoria en general que transcurre en América del Sur, Esteban Montaño, de MSF, pide «cambios políticos» que pasen por establecer vías «seguras y dignas» para esta población que busca bienestar y seguridad.
Resalta el gestor comunicativo de Médicos Sin Fronteras que las condiciones «siguen empeorando» para el migrante que decide emprender una ruta hacia el norte del continente americano, a lo que se suman el aumento de los desplazamientos por factores medioambientales.
Por ello, hay una mayor presencia de migrantes extracontinentales, llegados de África y Asia, de forma que este fenómeno ha dejado de ser regional y las políticas ya «no están a la altura».
«Migrar es un derecho humano, consagrado en el derecho internacional, y a veces se nos pierde de vista con narrativas negativas que se construyen», subraya. EFE