Imagen de archivo del juicio celebrado esta semana en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. EFE/Miguel Barreto

El jurado popular declara culpable al hombre acusado de matar a su pareja y no ve un atenuante en su adicción en las drogas

Santa Cruz de Tenerife (EFE).- El jurado que durante esta semana ha participado en el juicio contra el hombre acusado de matar a su pareja en Tenerife en el verano de 2022, ha ratificado por unanimidad su culpabilidad, reconocida desde un primer momento por la defensa.

El Tribunal popular ha optado por no tener en cuenta el único atenuante que había pedido el abogado del procesado que era haber actuado bajo el efecto de las drogas tras las manifestaciones de los peritos y agentes policiales de que el acusado era consciente y estaba ubicado en tiempo y espacio tras consumar el asesinato.

El Jurado llega a esta culpabilidad de forma unánime en todos los puntos basándose en la decena de testigos que presenciaron la agresión y las grabaciones de las cámaras de seguridad y de un vecino.

Lo que sí trasladan al magistrado de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife que será quien imponga la pena, es que bajo su punto de vista el crimen se cometió a traición, como se ve en las grabaciones, que también reflejan la crueldad con la que se llevó a cabo.

Consideran que el asesinato fue planificado y creen que se deben aplicar los agravantes de violencia de género por su carácter violento y los celos y de parentesco ya que mantuvieron una relación de 20 años, 7 viviendo juntos.

La Fiscalía y las acusaciones integradas por el Instituto Canario de la Mujer y de la familia insistieron en su petición de 25 años de cárcel y el pago de 300.000 euros a la madre de la víctima, mientras que la defensa asume la culpabilidad del procesado.

Tampoco se acepta que no recordara que había escrito unas notas que se encontraron en su casa unos días antes con amenazas de muerte a Abigail G. y a cualquier hombre con el que se relacionara, ni la foto que le envió ella junto con un amigo que desató sus celos.

Los hechos ocurrieron el 29 de julio de 2022 cuando el hombre esperó en la puerta de un edificio situado en el centro de Santa Cruz a que saliera su exnovia después de que ambos hubieran roto unas semanas antes y llevado por los celos le asestó 12 puñaladas de las que al menos tres eran mortales.

En estos días se ha escuchado el testimonio de los parientes de la víctima quienes calificaron al acusado de ser una persona muy posesiva y celosa, que las rupturas durante los últimos dos años fueron constantes, debido a que perdía trabajos y robaba dinero por su adicción.

No obstante el hombre buscaba la reconciliación y tras ser bloqueado en todas las redes sociales se inventó un perfil falso para ponerse en o con ella, por lo que molesta una semana antes del crimen le envío una foto con otro chico.

A partir de aquí su consumo “crónico” de estupefacientes se intensificó en los días previos y comenzó a obsesionarse con el asesinato o el suicidio, tal y como dejó por escrito.

Tras cometer el crimen huyó con el vehículo de su madre conduciendo de una forma temeraria pero no pudo ser alcanzado por las fuerzas de seguridad porque se les averió el coche, aunque con el número de la matrícula pudieron identificar la localización. EFE