Cristina Magdaleno
Puerto de la Cruz (Tenerife), 23 ago (EFE).- Si un extraterrestre de otra civilización aterrizase de repente en la explanada del muelle del Puerto de la Cruz sin ningún tipo de contexto mientras Lori Meyers apabulla a los asistentes del Phe Festival, sería perfectamente capaz de ver las ‘Luciérnagas y mariposas’ de los granadinos y disfrutar de una propuesta que, gracias a la veteranía de una de las bandas decanas del indie español, sigue funcionando, sin artificios y con un sonido limpísimo.
Este viernes, en toda una «primera cita» con Tenerife, como el propio Noni López lo definió, miles de ‘phestivaleros’ danzaron al ritmo de clásicos y nuevos temas, donde las primeras canciones fueron toda una declaración de intenciones que combinaba temas más recientes como ‘Seres de luz’ o ‘Primaveras’, con clásicos de su discografía (‘Planilandia’, ‘Luces de neón) habituales en un repertorio ya engrasado y muy de festival que ha paseado por toda España durante el verano.
Dejar ‘Impronta’, uno de sus temas de cabecera, dijo el líder de los Lori, era lo que buscaban para afrontar la noche. “Ha sido raro tardar tanto. Podría haber sido una historia de amor desde mucho antes”, reconoció Noni López respecto al hecho de no haber visitado la isla en toda su carrera, cuyo inicio se remonta a finales del siglo pasado.
Entregado a su oficio como ‘showman’, López acabó descamisado, bailando espasmódicamente, sudado y pateando su propio micrófono, fruto de la euforia.
«En la península encendemos la luces de lo móviles pero igual todavía no tenemos confianza, aunque estaría guay llevarnos esta foto», deslizó el vocalista antes de ‘Luciérnagas y mariposas’, que fue preludio de varios temas especialmente celebrados por el público tinerfeño como «El tiempo pasará», «Mi realidad», «Siempre brilla el sol» o «Emborracharme».
El repertorio fue finiquitado por «Alta fidelidad», momento en el que aparecieron globos que auguraban el fin de fiesta.
De esta forma se reivindicó el Phe más maduro, en una cita que cumple ya ocho años y que, pese a su tamaño, o quizá gracias a él, ya cuenta con solera en el circuito ‘indie’ en España. No es casualidad que por él pasen los principales grupos del momento, además de aquellos omnipresentes en las últimas décadas de esa escena española que, pese a que no parece cambiar demasiado de sonidos o modelo, sigue emborrachando a sus fieles.
Lo cierto es que, en otras ediciones el Phe, ha servido para esbozar al público canario general lo que los asiduos ya sabían que tardaría poco tiempo en convertirse en ‘mainstream’ y fenómenos de masas, como Nathy Peluso, que visitó la explanada del muelle en 2018, Rigoberta Bandini, presente en 2021, Carolina Durante, en 2019, o Arde Bogotá, en la última edición de 2023.
La jornada del viernes comenzó con el DJ que ha aparecido en prácticamente cada edición del festival, We are trash, que sirvió de aperitivo justo antes de lo que, se intuye, que debería ser anotado en una lista de seguimiento, como Enrique Ive, Jela, Repion y Pipiolas. Estas últimas se ganaron al público millenial nostálgico con una versión de ‘Breaking Free’, de High School Musical.
Y tras ellos, Soleá Morente, que ofreció su propuesta multidimensional y llena de aristas, en un segmento que prometía ser uno de los grandes momentos de la noche y que quizá quedó algo deslucido tras la enorme intensidad de Lori Meyers.
Tampoco ayudó el sonido de quienes acompañaban a Soleá, que podría haber sido mejor y más nítido, pero que no impidió grabar en la retina de los asistentes temas como «Vamos a olvidar» o el último tema, ‘Baila conmigo’, además de una versión de ‘No pensar en ti’, de Raffaella Carrá.
El ‘urban pop’ de los gallegos Sen Senra mantuvo la intensidad del Phe, pues la propuesta que lidera Christian Senra se ha hecho poco a poco un público cada vez más fidelizado y conocedor, como quedó de manifiesto, de las letras de sus canciones, ampliamente coreadas.
Ataviado con un ‘jersey’ de los Boston Red Sox, Senra afirmó que esta era una noche de primeras veces, y que en su primera vez en la isla ha aprovechado para visitar «algunos guachinches y pueblos cmo Garachico».
«Tenéis muchos secretos bien guardados», esbozó el artista, que llegó al Phe con su disco ‘PO2054AZ’ bajo el brazo, que recientemente cumplió un año desde su publicación.
Senra culminó su parte final del repertorio con la firme intención de reventar el pecho del público a base de graves, durante una actuación en la que hubo lugar hasta una petición de matrimonio durante ‘Aromas’.
El trío madrileño La Paloma, con el grancanario Lucas Sierra al frente de voz y guitarras, ofrecieron su ‘noise rock’ y decididos a dejar constancia de su álbum «Todavía».
El cierre corrió a cuenta del músico catalán Joe Crepúsculo, quien hizo del Phe su propia ‘Fábrica de baile’. EFE