Santa Cruz de Tenerife (EFE).- La Fiscalía ha aumentado de un año y medio a dos años de prisión su petición de condena para un hombre de Santa Cruz de Tenerife acusado de proferir desde hace años insultos homófobos y amenazas a una pareja de hombres que viven en el edificio de al lado.
El Ministerio Público solicita que sea condenado por los cargos de provocación a la discriminación al odio y a la violencia que abarca de uno a cuatro años o alternativamente por la integridad moral con penas de seis meses a dos años.
En cualquier caso cree que se debe imponer el agravante de homofobia, pago de una multa de 2.550 euros, la indemnización que se fije en ejecución de sentencia y prohibición de dirigirse a ellos.
Uno de los denunciantes relató que en 2013 fueron a vivir a la casa y que en 2017 empezó el acoso a raíz de unas obras y que los insultos fueron constantes, “todo era maricones por aquí y maricones por allá”.
En una ocasión el acusado al parecer agredió a su pareja y lo agarró por el cuello de manera desafiante y tras la denuncia fue condenado a pagarle 70 euros.
Declaró que constantemente se dirigía a ellos en femenino con términos como “payasa”, “ahí va la rubia” y todo tipo de insultos sobre su orientación sexual.
Uno de los peores episodios, según contaron en la sala, tuvo lugar en 2019 cuando estaban celebrando el cumpleaños de una sobrina y además de usar los términos habituales los amenazó diciendo: “les voy a arruinar la vida”.
El procesado niega ser homófobo
El acusado sólo respondió a las preguntas de su abogado y negó ser homófobo tras asegura que tiene familiares homosexuales con los que jamás ha tenido problemas, si bien itió que los enfrentamientos comenzaron a raíz del ruido que causaban las obras.
El presunto autor afirmó que nunca los ha insultado sino que simplemente “ha habido un intercambio de palabras”, especialmente con uno de los de la pareja.
Tras la primera condena la situación se calmó, si bien continuaban las «indirectas» tales como «lanzar besitos, risitas» e interpelaciones relacionadas con su orientación sexual, especialmente a uno de ellos que en una ocasión sufrió una crisis de ansiedad y está en tratamiento contra la depresión.
Este último ratificó la declaración de su pareja y asegura sentir miedo cada vez que sale a la calle por si se lo encuentra, dado que le «impide pasar y le escupe en los pies».
El hermano de uno de los denunciantes fue testigo de algunos de estos episodios, especialmente cuando celebraban actos familiares en la casa, momento en el que arreciaban de nuevo los insultos o las canciones con indirectas, también con contenido xenófobo.
En la sesión también intervino un perito, que ratificó que un video presentado como prueba en el que supuestamente se oye al acusado insultando a la pareja no había sido manipulado, pero la defensa pide que se no tome en cuenta dado que fue tomado dentro de una vivienda sin permiso de su dueño.
En sus conclusiones, la acusación particular se adhirió a la postura de la Fiscalía pero solicita 6.000 euros de indemnización mientras que la defensa habla de libre absolución al concluir con que no se ha presentado ninguna prueba.
El Ministerio Público considera que el acusado “guiado por el ánimo de degradar y menospreciar” a los denunciantes profirió “de forma continuada y pública” todo tipo de expresiones contra los mismos por su orientación sexual. EFE