Santa Cruz de Tenerife (EFE).- Los científicos que monitorizan el riesgo volcánico en Canarias han detectado desde 2023 un «ligero» aumento de la emisión de CO2 en varias zonas de Tenerife, como en el cráter del Teide, y una «ligera» deformación del terreno, pese a lo cual, señalan, no ha aumentado la probabilidad de erupción a corto ni medio plazo en esta isla.
Estos fenómenos, además del aumento de la sismicidad detectado en Tenerife desde 2016, no requiere «para nada» que la isla pase al color amarillo (alerta) en el mapa de riesgo volcánico, ha recalcado el director del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, Itahiza Domínguez.
«Es importante que la gente entienda que esta no es la situación que vivimos en La Palma antes de la erupción» del volcán Tajogaite en 2021, ha subrayado Domínguez, quien ha participado este jueves en la reunión del comité científico del Plan especial de protección civil por riesgo volcánico en Canarias (Pevolca).
El director del IGN en las islas ha explicado que las erupciones de tipo basáltica, habituales en Canarias, vienen acompañadas de unos precursores «muy fuertes», tanto de sismicidad, con terremotos sentidos por la población y enjambres «muy densos»; como de deformación del terreno o de emisión de gases.

No se aprecia movimiento de magma
«Esto no es lo que vemos ahora mismo, ni siquiera esos enjambres pequeños de Las Cañadas se pueden considerar así. No vemos un movimiento de magma en sí, pero hay que hacer un seguimiento», ha dicho Domínguez, quien ha recordado que «Tenerife es una isla volcánicamente activa y va a haber una erupción en algún momento. La cuestión es cuándo».
«Pueden pasar muchos años para que se dé o no. Por eso los científicos trabajamos con sistemas de vigilancia para dar un pronóstico cada vez mejor», ha añadido.
El director del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Nemesio Pérez, ha coincidido con Domínguez en que a pesar de estos cambios «la probabilidad de una erupción en Tenerife es relativamente baja (…) Hablamos de semanas o meses».
Pérez ha detallado que la emisión de gases en Tenerife ha experimentado «cambios significativos» a partir de 2016 y que estos son «una señal muy premonitoria de cambios en la actividad volcánica», lo que «no quiere decir que sean cambios hacia una erupción».
La reunión de este jueves del comité científico del Pevolca ha tenido por objeto poner en común toda la información de la que disponen los organismos científicos, como el IGN o el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), así como reforzar los sistemas de vigilancia en Tenerife.
Itahiza Domínguez ha itido que esos «pequeños cambios» en la emisión de gases o en las deformaciones del terreno «hacen que tengamos que tener más atención».

Un sistema de vigilancia aún más potente que el de La Palma
Esto implicará la instalación de nueva instrumentación para, por ejemplo, «estar seguros» de que ese abombamiento del terreno «se está produciendo, y aunque se produjera tampoco tiene por qué decir nada», ha matizado.
El director del IGN en Canarias ha indicado que Tenerife cuenta hoy con un sistema de vigilancia volcánica «probablemente más desarrollado que el que tenía y tiene La Palma porque es una isla volcánicamente compleja».
Y es que no es un sistema solo basáltico, como La Palma, sino que tiene un sistema central, el de Teide-Pico Viejo, «que puede provocar erupciones», un sistema hidrotermal y una actividad sísmica de base.
El consejero de Política Territorial, Cohesión Territorial y Aguas, Manuel Miranda, ha recalcado que el Gobierno de Canarias tiene «una firme convicción de transparencia y comunicar a la población en qué circunstancias están todos los riesgos en materia de emergencia, en este caso volcánica», de ahí la reunión del Pevolca.

Que el ciudadano tenga información, no bulos
«Queremos que la gente esté informada, que no haya desinformación, bulos, contrainformación, con lo que está ocurriendo y puede ocurrir en el futuro, en el caso de que ocurra algo en Tenerife», ha indicado el consejero.
«Nuestra obligación es estar preparados en todo momento para lo que pueda ocurrir, pero siempre lo haremos de la mano de los científicos, que nos van a orientar, asesorar, y en materia de protección civil tomaremos las medidas oportunas», ha resumido el consejero.
Manuel Miranda ha avanzado que uno de los puntos que se abordarán en la reunión de hoy del Pevolca es estudiar qué posibilidad hay de actualizar los mapas de riesgo volcánico «para ver en un momento dado si se pudiera dar erupción y qué zonas pudieran verse afectadas».
La responsable del área de Seguridad en el Cabildo de Tenerife, Blanca Pérez, ha apuntado que en vista de las «situaciones anómalas» que se están dando en la isla desde 2016 «lo que procede es escuchar a los científicos, y en materia de protección civil engrasar la maquinaria».
En este sentido, ha recordado que el año que viene se desarrollará en Tenerife un simulacro de erupción volcánica promovido por la UE. EFE