Momento de la concentración ante la Delegación del Gobierno. EFE/Elvira Urquijo A.

La comunidad africana en Canarias tilda de «asesinato» la muerte de Abdodulie Bah y exige justicia

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- Medio millar de personas se han concentrado ante la Delegación del Gobierno en Canarias convocadas por la Federación de Asociaciones Africanas en las islas (FAAC) para calificar de «asesinato» la muerte del joven gambiano Abdoulie Bah a disparos de la Policía y para exigir a las autoridades «una investigación transparente, justicia y reparación».

Bah, de 19 años, fue abatido a tiros el sábado en una parada de guaguas del aeropuerto de Gran Canaria por cinco agentes de la Policía Nacional, que intentaron reducirlo después de que el muchacho amenazara a un taxista y otro ciudadano con un cuchillo.

En la escena, que quedó grabada por las cámaras de seguridad, se observa cómo, en un momento dado, el joven arremete con el arma contra un agente, que cae hacia atrás, y sus compañeros disparan.

Recibió cinco tiros, uno de ellos en el cuello, según ha confirmado la propia Policía. Los hechos están en estos momentos bajo investigación de un juzgado de Telde, que valorará si la respuesta de los agentes fue proporcionada al peligro que representaba Bah.

Después, se ha sabido que el joven, un muchacho tutelado hasta 2024 por el Gobierno de Canarias como menor tras llegar a las islas en cayuco, sufría problemas mentales y que la propia Policía Nacional lo había detenido cuatro días antes cuando caminaba, desorientado, por la mediana de una autovía en Las Palmas de Gran Canaria.

El sábado de su muerte acudió al aeropuerto con el propósito de volar a Gambia, cuando no tenía billete hasta hoy, jueves 22.

La protesta de esta tarde ha sido convocada por la Federación de Asociaciones Africanas de Canarias y la Asociación de Mujeres Afrodescendientes, que califican lo ocurrido de «asesinato», creen «injustificada y desproporcionada» la reacción policial y han llamado a los ciudadanos presentes a corear «¡Las vidas negras importan!».

A la manifestación también ha asistido, sin tomar la palabra, el diputado en el Congreso por Las Palmas y secretario federal de Políticas Migratorias y Refugiados de PSOE, el hispanosenegalés Luc André Diouf, que en su día también fue inmigrante sin papeles, hasta conseguir regularizar su situación y presidir la propia FAAC.

El diputado del PSOE por Las Palmas Luc André Diouf (i), en la manifestación. EFE/ Elvira Urquijo A.

Una oración y una despedida

Entre el medio millar de manifestantes, había gran número de jóvenes africanos, muchos de ellos menores llegados en cayuco y tutelados por la comunidad autónoma, como lo fue hasta 2024 Abdoulie Bah, que en el último año había trabajado como educador en un centro de acogida, brindando su experiencia y su dominio de idiomas.

«¡Somos negros, no animales!», gritó uno de los chicos, al que se unieron otras personas para luego repetir la consigna principal de la protesta, resumida en el lema «no fue una muerte, fue un asesinato».

«¿No tiene derecho una persona negra a tener una crisis de salud mental sin que ello le cueste la vida?», se preguntó una mujer.

El secretario de la FAAC, el sociólogo de origen ecouatoguineano Teodoro Bondyale, ha pedido a todos contención y ha demandado una investigación «trasparente», porque «los ciudadanos tienen derecho a poder confiar en unas fuerzas de seguridad que actúan con proporcionalidad y respeto a la legalidad y los Derechos Humanos».

La concentración ha comenzado con una oración musulmana en recuerdo de Abdoulie Bah, seguida por un toque de tambor.

El propio Bondyale ha explicado el significado: «En África, a todo hombre el tambor le suena tres veces. Yo no tuve la oportunidad de escuchar el tambor de nacimiento de Abdoulie, a Abdoulie no le han podido tocar el tambor del matrimonio y hoy he tenido la desgracia de escuchar su tambor de despedida, el de su muerte». EFEo)