Teror (Gran Canaria) (EFE).- La Virgen del Pino, patrona de Gran Canaria, camina en procesión acompañada por miles de personas, desde la basílica de Teror hasta la catedral de Santa Ana, en una peregrinación para celebrar el Año Jubilar de la Esperanza en la que visitará los municipios de Telde y Santa Lucía de Tirajana por primera vez.
Numerosos fieles esperaban a la Virgen desde este sábado de madrugada en los alrededores de la iglesia, para estar con ella en esta tradicional «Bajada», la número 52 desde que se iniciaron en 1607, y once años después de la última.
Todavía de noche, la Virgen ha salido escoltada del templo a las 6:00 horas, subida a un vehículo del Ejército y protegida por una urna transparente, iluminada en su trono, en contraste con la oscuridad reinante.
Tras una oración, la Virgen ha enfilado la calle Real de Teror entre vivas y aplausos, seguida por todas las personas que la acompañan en su camino hacia la catedral y a la que se unirán muchas más a su paso por diversos puntos de la isla.
Está previsto que la procesión discurra por la carretera GC-21 que une Teror con Tamaraceite, para dirigirse hacia el colegio Claret, Hoya Andrea, Almatriche, el cruce de la circunvalación a la capital (GC-3) con el cementerio de San Lázaro, las calles Hoya de La Gallina y Felo Monzón en Siete Palmas, la rotonda de Los Tarahales, la avenida de Escaleritas, Pedro Infinito, la cornisa de San Antonio, la plaza del Pino, la avenida Primero de Mayo y las calles San Nicolás, Muro y Obispo Codina, hasta llegar a la Catedral de Canarias, adonde llegará hacia las 17:00 horas.
En su Bajada número 52 la Virgen del Pino luce el Manto Blanco confeccionado en 1868 por las Hijas de la Caridad del Hospital de San Martín, que fue restaurado en 1932 por las monjas del Císter de Teror debido al deterioro que sufría.

La Virgen del Pino permanecerá en la catedral de Santa Ana hasta el 3 de junio, cuando se dirigirá a la parroquia San Rafael en Vecindario (Santa Lucía de Tirajana), donde estará dos días.
El 5 y el 6 de junio, visitará la Basílica de San Juan Bautista en Telde, y allí coincidirá por primera vez con el Cristo de la ciudad.
El 7 de junio, volverá a Las Palmas de Gran Canaria para la celebración de Pentecostés, el día 8, en la Catedral de Santa Ana, y ya el 15 de junio volverá a la Basílica de Teror.
La primera Bajada de la Virgen del Pino a Las Palmas de Gran Canaria fue en marzo de 1607 para rogar en ese momento por la falta de lluvias.
En el siglo XIX, las Bajadas dejaron de hacerse debido a las grandes lluvias que dificultaban el a los caminos, según los cronistas, y se retomaron en 1936 coincidiendo con la Guerra Civil.

Más tarde, las Bajadas recuperaron su significado religioso y se reiniciaron en los años 1954, 1965, 1988, 2000 y 2014.
En octubre de 2019, la Virgen del Pino protagonizó una peregrinación especial debido a los incendios que se produjeron en agosto de ese año en Gran Canaria y visitó Agaete, Gáldar, Santa María de Guía, Moya, San Mateo, Tejeda, Artenara y Valleseco.
La devoción por la Virgen del Pino comenzó en 1481, cuando, según la leyenda, la imagen de la Virgen apareció en el bosque de Doramas en lo alto de un gran pino, apoyada en una peana en la que quedaron marcadas sus huellas, según el cronista oficial de la Villa de Teror, José Luis Yánez Rodríguez.
El Pino de las Maravillas, como se conoce al sitio donde apareció la Virgen, fue derribado por un fuerte vendaval en 1684, y en su lugar, con la madera del pino caído se construyó una cruz, conocida como la Cruz Verde, que se conserva actualmente en el Camarín de la Virgen en la basílica de Teror. EFE