José Luis Gómez, actor y director teatral en la UIMP, donde este año recibe el premio La Barraca. EFE/Román G. Aguilera

José Luis Gómez: Entrar en el Mio Cid es una aventura inolvidable

Santander (EFE).- El actor y director teatral José Luis Gómez ha asegurado este miércoles que «entrar en el Mio Cid es una aventura inolvidable», tanto para el espectador como para él, que tuvo la idea «loca» de llevar a los escenarios este poema medieval, para lo que tuvo que dedicar seis meses de su vida a aprender castellano antiguo.

«Es algo de lo que no me arrepiento», ha asegurado Gómez, en una rueda de prensa en al Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander, nueva escala de su proyecto teatral y donde este jueves recibirá el premio Premio La Barraca de Artes Escénicas.

Miembro también de la Real Academia Española, José Luis Gómez ha subrayado que Mio Cid es un «poema extraordinario» y el «primer testimonio» de la lengua española, una «suerte histórica» para España al haber dado a luz por «azar del destino» el segundo idioma más hablado del mundo.

José Luis Gómez, actor y director teatral hoy en la UIMP, durante la presentación de la obra de teatro Mío Cid y Premio La Barraca de este año. EFE/Román G. Aguilera

El castellano antiguo es «otra lengua»

Sin embargo, ha precisado que el castellano antiguo es «otra lengua» cuyo fruto después de «muchas simplificaciones» ha sido el español, que a través de su «larga historia» se ha convertido en un idioma «relativamente fácil de aprender al ser una lengua muy clara».

Por el contrario, el castellano antiguo, que ha definido como una lengua «fascinante», ofrece una asociación «extraordinaria de consonantes y vocales» que ha comparado con el alemán, idioma en el que estudio interpretación durante una etapa de su vida.


«Tiene algo muy especial», ha incidido Gómez, quien ha reconocido que cuando se pone en el lugar del juglar que narra el poema y comienza a interpretarlo en castellano antiguo, algunos espectadores quieren huir aunque se quedan «por vergüenza torera».

Pero al final, según ha asegurado, a pesar del «pasmo» y la «·sorpresa» inicial, los asistentes acaban entendiendo la lengua de los «que les precedieron», a través de un proyecto teatral que puso en marcha por «imposición» de la Real Academia, tan «loco» como fundar el teatro de La Abadía, de lo que tampoco se arrepiente. «Nunca hice nada mejor que eso», ha sentenciado José Luis Gómez.