Santander, - Vista de la sede de la Asociación Cántabra Antisida (Accas) en Santander.-EFE/Pedro Puente Hoyos

Menos casos de SIDA, con el reto de romper el estigma social y llegar mejor a vulnerables

Santander (EFE).- El VIH y el Sida siguen siendo un asunto clave en Salud Pública en el que no hay que bajar la guardia, y ello aunque la situación actual es mucho más alentadora que hace 20 o 30 años, con asignaturas pendientes por el estigma que acompaña a las personas infectadas y porque el diagnóstico y la asistencia no llega igual a colectivos vulnerables, que continúan más desprotegidos.

La coordinadora de la Asociación Cántabra Anti Sida (Accas), Carmen Martín, señala la mejora que «sin duda» se ha producido en el ámbito clínico, asistencial y en el tratamiento de las personas afectadas por VIH.

«Hoy en día una persona con diagnóstico precoz puede tener una buena calidad de vida. El VIH ya no es una sentencia de muerte como hace años», destaca a EFE Martín, al ser preguntada con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, que se celebra mañana, 1 de diciembre.

Sin embargo, pese a los pasos que se han dado es preciso seguir avanzando. Primero por el «estigma social» que arrastran las personas con VIH, puesto que los avances asistenciales no han corrido en paralelo a la percepción de la sociedad.

Además, uno de los principales problemas que percibe Accas es que el de los colectivos vulnerables al diagnóstico y al tratamiento no es igual. Las personas migrantes, las mujeres víctimas de violencia de género o de trata y explotación, personas transexuales tienen mayores dificultades, según advierte Martín.

El lunes próximo el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla celebrará un jornada de encuentro entre profesionales de la salud y ciudadanía, dirigida a fomentar la conciencia y el abordaje integral del VIH en la sociedad, también para romper mitos y estereotipos.95-95-95

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La Oficina de la ONU para esta enfermedad (ONUSIDA) tiene establecido un horizonte en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Agenda 2030) que se conoce como “objetivo 95-95-95”. Supone «que el 95 % de las personas con VIH estén diagnosticadas, que el 95 % de ellas esté en tratamiento, y que el 95 % cuente con carga viral indetectable», explican a EFE desde la Consejería de Salud.

En esa línea trabaja el tanto el plan nacional como el conjunto de planes autonómicos de forma coordinada, teniendo claro que hay que sumar cuantas acciones y propuestas novedosas hagan avanzar hacia el objetivo de facilitar el diagnóstico precoz, autotest, o profilaxis, pero sin abandonar otras líneas como la prevención por la educación, la lucha contra la estigmatización, o la integración social en pleno derecho de los pacientes infectados.

En este sentido, el plan regional intenta abordar los múltiples aspectos que presenta la enfermedad en una labor compleja y en la que intervienen múltiples actores, desde toda la estructura sanitaria del Servicio Cántabro de Salud, otras consejerías del Gobierno de Cantabria, el Colegio de Farmacéuticos, o diversas ONG, que colaboran gracias a su especial cercanía con los afectados.

37 casos en 2022

Con los últimos datos consolidados tanto en el ámbito nacional como regional de 2022, el número de casos nuevos de infección en Cantabria son 37.

Esta cifra corresponde a la misma proporción y tasa de incidencia de la que existe en toda España, porque a nivel nacional se registraron 2.956 casos de nuevas infecciones VIH, lo que supone una tasa de 6,23 por cien mil. La proporción en Cantabria se mueve en ese mismo rango (6,37 por cien mil).

Este año, pendientes aún de cerrar el último mes y confirmar algunas de las últimas declaraciones, Cantabria está alrededor de los 40 casos, es decir, dentro de las horquillas de incidencia habituales en toda España.

La cura no es un utopía

Con estos datos, Accas cree que la cura es «un objetivo real y alcanzable». «Estamos cerca, hace falta voluntad política y recursos, es importante el diagnóstico y que las personas con VIH participen en las políticas públicas, para mejorar en todos los campos», incide la coordinadora de la asociación.

La tendencia, en todo caso, es a la disminución del número de infecciones.

Y, según explica Salud Pública del Gobierno de Cantabria, «de una manera más destacada lo que ha disminuido es el número de personas que desarrollan la enfermedad», lo que se denomina formalmente Sida.

Como muestra: mientras en Cantabria llegó a haber en los años noventa más de 70 casos de enfermedad anuales, hace 15 años el número de enfermos de Sida bajaba a menos de 20 casos por año. Y en el último período la cifra se mueve de 4 a 7 casos por año.