Carlos Mirapeix, director del Capricho de Gaudí, posa delante del emblemático edificio. EFE/Celia Agüero Pereda

El Capricho de Gaudí, la «rara avis» del modernismo entre las montañas y el mar Cantábrico

Comillas (EFE).- Construido por un joven Antoni Gaudí de 31 años, el Capricho de Gaudí, una casa situada entre las montañas y el mar Cantábrico, es una «rara avis» del modernismo que refleja la «juventud, el exotismo y la vitalidad» del arquitecto y sirve de preludio a la modernidad.

Los colores, la montaña y el mar están integrados en esta obra arquitectónica que, llamada originalmente Villa Quijano, fue construida en Comillas a finales del siglo XIX por Gaudí para Máximo Díaz de Quijano, abogado y concuñado del marqués de Comillas, Antonio López y López, quien promovió una revolución arquitectónica en la villa.

«Por diferentes causas y por la relación del marqués con la burguesía catalana, llegaron los principales artistas y arquitectos de finales del siglo XIX a Comillas y, entre ellos, estaba un joven Gaudí que, por casualidades de la vida, acabo construyendo el Capricho», ha explicado en una entrevista con EFE el director de este emblemático edificio modernista, Carlos Mirapeix.

El origen de Gaudí

Esta «joya» cántabra es el origen de Gaudí como arquitecto, el cómo pensaba e interpretaba la naturaleza y los materiales, que corresponde con una primera fase «más exótica y orientalista» del artista, al igual que la casa Vicens o la finca Güell, ambas en Barcelona.

Mirapeix ha asegurado que para comprender a un artista hay que ser capaz de verle en todo su recorrido y el Capricho de Gaudí es, «sin lugar a dudas», el punto de partida donde Gaudí sienta las bases y dice «este es el arquitecto que quiero ser».

«La mayoría de las obras de Gaudí son urbanas, que encuentras en una gran ciudad repleta de coches, y aquí hay mucha gente que se adentra entre las montañas y la brisa del mar Cantábrico y dices qué hace esta casa aquí», ha argumentado el director del Capricho.

A su juicio, esta arquitectura es una «rareza» porque al final el nombre de «El Capricho» tiene mucho que ver con lo que es: «una pequeña locura» perdida en un lugar que no te esperas.

Un premio «reconfortante»

El pasado octubre, el Capricho de Gaudí fue premiado como Mejor Landmark Global 2023, convirtiéndose así, según el premio otorgado por la empresa internacional de venta de entradas y experiencias Tiqets, en la mejor referencia turística del mundo este año.

Un premio «reconfortante» para todo el equipo que integra y trabaja en esta obra arquitectónica pero, según ha añadido Mirapeix, no cambia el trabajo y la ambición de conseguir que este edificio llegue a futuras generaciones, se conserve bien y se haga un modelo de trabajo «honesto y respetuoso» con la obra de Gaudí.

«Intentamos huir de los discursos fáciles del Gaudí mágico o de contar historias poco rigurosas y nosotros queremos que la gente descubra al Gaudí por cómo pensaba, porque era súper interesante de conocer», ha añadido Mirapeix, quien ha recordado que el próximo año este edificio celebra su 140 cumpleaños.

Será el primer edificio de Gaudí en cumplir 140 años de historia, un aniversario que se celebrará «como se merece», con unas actividades que permitan tener un cumpleaños «a la altura» de Gaudí porque, además, en 2026 es otro año «muy importante» al ser el centenario de la muerte del arquitecto.

Celia Agüero Pereda