Santander (EFE).- Los hospitales y SUAP de Cantabria han registrado en los últimos días festivos menos urgencias que en la semana previa de Navidad, pero ha aumentado la hospitalización y Sierrallana y Laredo están en máximos de ocupación, mientras que Valdecilla está en mejor situación y tiene margen todavía en sus plantas.
El subdirector de Asistencia Sanitaria del Servicio Cántabro de Salud (SCS), Pablo Serrano, explica a EFE que, aunque en estos días la frecuentación en las Urgencias de los hospitales y de los centros de salud ha sido inferior a la de los día 25 y 26 de diciembre, cuando se llegó a máximos históricos, lo que sí se está notando en los hospitales es una mayor ocupación de las plantas, que llega a máximos, si bien de momento sin saturación.
No se han suspendido las cirugías programadas, aunque la actividad en los quirófanos es inferior, en correlación a lo que es habitual en estas fechas del año.
¿Qué predomina en urgencias?
En Urgencias sobre todo lo que se está viendo son virus respiratorios, con predominio de la gripe A y con idea de que pronto empiece a bajar la curva y se note en los centros sanitarios.
Serrano ha destacado que en la primera quincena de diciembre hubo «muchísimo contagio de gripe», lo que tuvo repercusión en unas Urgencias que en los últimos días han estado menos saturadas si se compara con los días de Navidad y 26 de diciembre.
Sin embargo, en las plantas sí hay una ocupación importante, y sobre todo se ha ingresado a personas vulnerables.
«No son ingresos de intensivos ni de UCI, pero es gente con otras patologías o de edad avanzada que tiene que quedarse en el hospital para ser tratada», explica.
Serrano confía en que la incidencia de gripe vaya bajando. «La curva de incidencia todavía está alta, pero esperamos que se confirmen las predicciones de los epidemiólogos, que apuntaban a que empezaría a bajar la curva de la gripe en esta primera quincena de enero«, dice.
Ahora el reto es recuperar toda la cirugía e intensificar la labor en quirófanos porque en estos días ha habido ralentización. «El desafío es manejar la alta frecuentación y seguir operando para bajar las listas de espera», señala.