Santander (EFE).- El Gobierno de Cantabria va a invertir 65 millones de euros en tres años para reducir la lista de espera sanitaria, con un plan estratégico.
El objetivo de ese plan es que la demora media para ser operado baje a 80 días a final de 2026, según ha anunciado este viernes la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga.
Ese plan obliga al sistema sanitario de Cantabria a hacer 24.100 intervenciones más en tres años de las que se hacen ahora, 60.000 consultas más y 71.000 pruebas diagnósticas más.
Una de las herramientas del plan será retribuir a los médicos en función de su productividad a partir del segundo año, una retribución variable a la que se destinarán 5 millones anuales.
Y se contará con la sanidad privada «desde el principio de complementariedad», según la presidenta.
En el presupuesto del plan se prevén 20,25 millones de euros para conciertos con centros privados.
La situación de partida, al cierre de 2023, es una demora media de 173 días para una intervención quirúrgica, con 18.050 pacientes en lista de espera, de 90 días para una consulta y de 110 días para una prueba diagnóstica.
«Son listas absolutamente desbocadas que nos va a costar mucho embridar», ha reconocido Buruaga, tras subrayar que «la escalada no es cosa de los últimos meses» porque llevan ocho años creciendo «de forma imparable».
A su juicio por la «parálisis y la inacción» de la Consejería de Sanidad en ese periodo, cuando gobernaban socialistas y regionalistas.
Metas progresivas
El objetivo para 2026 es reducir esos 90 días para ver a un especialista a 40 y los 110 para una prueba diagnóstica a 30, con metas progresivas para cada año.
Para 2024 son 135 días en lista de espera quirúrgica, 70 en lista para primera consulta (salvo procesos oncológicos, en los que bajan a 10) y 45 para las primeras prueba.
Buruaga, que ha presentado el plan junto al consejero de Sanidad, César Pascual, ha subrayado que si Cantabria consigue las metas que marca el plan para 2026 lograría «un récord absolutamente histórico».
¿Cómo conseguir los objetivos?
¿Y cómo se van a conseguir esos objetivos?. «No hay varitas mágicas pero si buenas recetas», ha dicho la presidenta. Las listas de espera, que, en su opinión, son uno de los problemas que más preocupan a los ciudadanos sino el que más, tienen una pluralidad de causas y requieren medidas estructurales.
Para empezar, ha defendido, se requiere planificación estratégica, una gestión eficiente y la «suma de esfuerzos con los profesionales sanitarios».
El Servicio Cántabro de Salud, ha apuntado Pascual, ha consultado las medidas del plan con los profesionales, y las metas que establece están en las contratos de gestión que se pactan con ellos, una herramienta que no había utilizado Cantabria hasta ahora, ha lamentado.
Un plan para Laredo
Una de las medidas del plan para optimizar los recursos disponibles es la participación de la Atención Primaria en la cirugía menor ambulatoria.
Según Pascual, también hay margen de mejora en la programación de la actividad quitando tiempos muertos. Por ejemplo si un paciente no se va a operar y deja el hueco, tener la capacidad de reacción para intervenir a otro en su lugar.
El Hospital de Laredo tiene su propio plan específico dentro de la estrategia. Se van a poner a funcionar los nuevos quirófanos, que Pascual espera que estén a pleno rendimiento después de verano, y se incrementará la plantilla contratando a nuevos profesionales.
