Santander (EFE).- Tras ganar el pasado domingo las primarias del PSOE de Cantabria, Pedro Casares quiere un partido unido y, en esa línea, tiene claro que en la nueva dirección -que se conocerá en el XV Congreso Regional del 15 y 16 de marzo- contará con personas que apoyaron la candidatura de Pablo Zuloaga.
«Es el camino. Quiero contar con todo el talento del Partido Socialista», asegura en una entrevista con EFE.
istrar el resultado «con mucha generosidad, humildad y responsabilidad» es una de las premisas de las que parte Pedro Casares para esta nueva etapa que se abre en el PSOE cántabro tras su victoria, por el 52,3 por ciento de los votos, frente al líder autonómico de los socialistas desde 2017, que logró el 46,9 % de los apoyos.
Casares recalca que hasta el pasado domingo había «dos candidatos a la Secretaría General, pero una vez que la militancia ha decidido con su voto, ya solo hay un partido y un proyecto».
El también secretario general del PSOE en Santander y diputado nacional, que tiende la mano a todo el partido para lograr esa unidad, no avanza si en 2027 será el candidato a la Presidencia del Gobierno de Cantabria, una decisión que, recuerda, corresponde a la militancia.
Todos los militantes tienen que aportar
Casares ha intercambiado en los últimos días «algunas llamadas» con Zuloaga, a quien respaldó cuando dio el paso en 2017 para convertirse en líder del PSOE de Cantabria.
«Todavía tenemos que seguir hablando y mantener un encuentro y profundizar en esta nueva etapa que se abre», explica.
Todos los militantes socialistas de la región, sostiene su nuevo líder, «tienen mucho que aportar, son útiles y, por tanto, quien ha sido ocho años secretario general del PSOE de Cantabria, también y con más motivo».
Aunque aún no se ha parado a «poner nombres concretos», sí está trabajando en perfilar la estructura de la Ejecutiva.
Preguntado por posibles cambios en el grupo parlamentario, donde Pablo Zuloaga es portavoz, Casares señala que la nueva Ejecutiva Regional será la que tome decisiones sobre el futuro de algunos representantes del PSOE en las instituciones cántabras.
Por el momento, asevera, la máxima prioridad es que el Congreso sea «un éxito» y que «salga una dirección renovada y con un proyecto político para Cantabria».
Ferraz no tenía ningún favorito
También apuesta por reforzar la coordinación con la Delegación de Gobierno para poner en valor las políticas del Ejecutivo de Pedro Sánchez, que fue uno de los primeros en felicitarle el pasado domingo.
«Le vi muy contento con el resultado de las primarias», apunta Casares, ya que fueron unas elecciones «con una altísima participación (un 86 %), ejemplares, sin ningún incidencia y, además, porque representan el sentir de la militancia».
Según el nuevo líder del PSOE cántabro, la dirección nacional no tenía «ningún favorito» en este proceso, porque «era una decisión que le correspondía a los militantes».
«Todo el mundo sabe que yo tengo una estrecha relación con el secretario general del PSOE, somos amigos desde hace mucho tiempo, antes incluso de que él llegara a la Secretaria General del Partido Socialista, hemos caminado juntos todo este tiempo», apostilla.
