Cuadrillas de bombos y tambores de Hellín inician los redobles durante una procesión de Semana Santa. Imagen de archivo. EFE/Josema

Cuenta atrás para las tamboradas de Hellín y Tobarra

Albacete (EFE).- La tarde de este miércoles marcará el verdadero inicio de la Semana Santa en los pueblos albaceteños de Hellín y Tobarra, donde más de 32.000 tambores romperán el silencio en una singular convivencia entre las tamboradas, declaradas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y las procesiones.

Con túnicas negras en Hellín y de colores en Tobarra, los tamborileros ensordecerán a la gente en las calles para, en familia y con las peñas, tocar sin orden ni descanso, llenando las calles como han aprendido generación tras generación.

De hecho, en estos pueblos, máximos exponentes de las tamboradas en Castilla-La Mancha, cualquiera puede sumarse al estruendo, sólo tiene que conseguir una túnica y un tambor y callar cuando se acerque a una procesión.

Así, mientras empiezan los solemnes desfiles de la Semana Santa, los tamborileros mantienen un estruendo que sólo respetan en las calles por donde pasan los nazarenos y costaleros con sus imágenes.

Desde los Tercios de Flandes hasta 1876

Cuenta a EFE el presidente de la Asociación de Peñas y Tamborileros de Hellín, José Luis Jiménez, que los toques de tambor fueron en sus inicios militares, herencia de los Tercios de Flandes.

Pero las tamboradas como tal, como la rebeldía de un pueblo contrariado por la expulsión de los tambores de las procesiones, data de 1876.

También en Tobarra, el cronista oficial de la Villa, Guillermo Paterna, coincide en esa rebeldía de las tamboradas ante la solemnidad que exigían las procesiones y el rechazo a los aficionados.

Hellín saca sus tambores desde la tarde del Miércoles Santo, pero los silencia en las horas más solemnes de la Semana Santa, como es el caso de la noche del Viernes Santo, mientras que Tobarra no calla hasta las doce de la noche del Domingo de Resurrección.

Calcula Jiménez que Hellín reunirá este miércoles a más de 25.000 tambores en su punto álgido, para los que pide un negro riguroso y la ausencia de bombos, una tradición del Bajo Aragón que en nada tienen que ver las tamboradas manchegas.

104 horas de tamborada

La tamborada tobarreña también comenzará a primera hora de la tarde de este miércoles, pero aquí no habrá descanso durante 104 horas, hasta el domingo, reuniéndose más de 7.000 tambores en las calles de un pueblo que no llega a los 8.000 habitantes.

Precisamente, para evitar que el cambio de hora reste 60 minutos a las tamboradas tobarreñas, el pueblo ha decidido no cambiar sus relojes hasta la noche del domingo.

Ambos pueblos tamborileros, separados por 11 kilómetros, coincidirán el Domingo de Resurrección, a las 12 de la noche, en el monumento al tambor de Tobarra, donde se despedirán del toque de sus tambores hasta la próxima Semana Santa.

Tamboradas Tobarra

Más de 7.000 tambores en los puntos álgidos.

Tocan 104 horas, desde la tarde del Miércoles Santo hasta las 12 de la noche del Domingo de Resurrección, de ahí que este año se retrase el cambio de hora.

Túnicas y pañuelos de colores, con predominio del morado.

Tamboradas Hellín

Más de 25.000 tamborileros.

Tocan desde el Miércoles Santo a las 3 de la tarde hasta que acaba la procesión. El Jueves Santo salen de nuevo desde las 12 de la noche hasta que termina la procesión. Y el Sábado de Gloria tocan desde las 12 de la noche hasta el final del Encuentro.

Túnicas y pañuelos negros.