Miriam Serradilla Martín | Toledo (EFE).- La actriz, directora de cine y firme defensora de los derechos de las mujeres, Mabel Lozano, habla sin tapujos en su último trabajo cinematográfico sobre el cáncer de mama, la primera causa de muerte entre las mujeres en el mundo, y destaca la importancia de aprender a «tocarse bien las tetas», porque «la detección precoz, te salva la vida».
En una entrevista con la Agencia EFE, con motivo del lanzamiento de ‘Lola, Lolita, Lolaza’, un cortometraje de animación producido junto a Chelo Loureiro, Mabel Lozano (Villaluenga de la Sagra, Toledo, 1967) cuenta en primera persona su experiencia con un cáncer en su ‘lola’ izquierda para perder el miedo a dar visibilidad y normalizar la realidad social y emocional de esta enfermedad.
La cineasta recomienda no saltarse «nunca» una revisión porque es «prioritario» y, en relación al programa de detección precoz, comenta que «lo mejor» cuando cumples 50 es que «de regalo de cumpleaños» te hacen una mamografía «gratis», al tiempo que aconseja a las mujeres jóvenes aprender a explorarse «directamente», es decir, a «tocarse bien las tetas».
El cáncer, una enfermedad que aún no se cuenta por estigma
Confiesa que cuando contó públicamente que tenía cáncer de mama, fueron muchas las mujeres conocidas que la llamaron para decirle que también lo habían tenido y que no lo habían contado «por el estigma» de la palabra cáncer.
«Recuerdo a mi madre, cuando era pequeña, decir: Periquita tiene cáncer, pero no lo dicen» y contestar: «¿Pero es que se pega?», relata la actriz al respecto, a la vez que hace hincapié en que «no se contagia».
«Es una enfermedad y hay que quitarle el estigma», afirma Lozano, quien lamenta que no se hable abiertamente de los cánceres que tienen que ver con la sexualidad femenina, como el de pecho o el de útero, y de que entre las muchas secuelas que deja el tratamiento está la sequedad vaginal.
Lamenta que la sexualidad femenina es tabú
«Nadie habla de esas cosas» porque, como apunta, todo lo relacionado con la sexualidad femenina es «tabú».
Quizá por el miedo a que los demás piensen que por tener esta enfermedad una mujer ya no es válida, no es atractiva o no es una mujer completa, dado ese «componente sexual» que tienen las mamas, explica la directora.
Por ello, remarca que este cortometraje es «una reivindicación a la naturalidad, a poder hablar de todos los temas sexuales de mujeres con naturalidad, a poder decir que tienes cáncer con naturalidad».
Resalta que esta producción también es una manera de «derribar tópicos», como el hecho de que te alienten con palabras como «guerrera, valiente o luchadora».
«Y entonces, las que se mueren, ¿es que no han luchado suficiente?», se pregunta irónica Lozano y agrega que «esto no va de guerras».
Además, incide en que ‘Lola, Lolita, Lolaza’ es una forma de reclamar que no te dejen «perpetuamente» en ese estado.
«Yo he tenido un cáncer de mama, he sido una enferma oncológica, pero ahora no lo soy», sostiene Lozano, que pide investigación para una enfermedad a causa de la cual cada minuto muere una mujer en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sentido del humor y actitud positiva
Reivindicaciones que hace desde el sentido del humor, contando su propia historia con un tono que ella misma define como «un poco macarra» y que plasma en una producción en la que se ríe de sí misma, de sus miedos, porque así es como Mabel Lozano afronta la vida, con una actitud positiva.
«Siempre tengo una sonrisa, es mi carta de visita», asegura la cineasta, que pasó la enfermedad de manera «normal» y eso le supuso tener que escuchar de boca de una amiga que había pasado por el cáncer «de puntillas».
Ante esta afirmación, Lozano asevera que «nadie pasa por un cáncer de puntillas» porque «es una enfermedad muy resabiada» y advierte de lo que va a suponer el cáncer de mama en el futuro, ya que «cada cuatro minutos diagnostican a una mujer en el mundo».
Indica que en sociedades menos avanzadas hay menos cáncer porque hay menos tecnología, menos productos químicos, las mujeres no toman tanta terapia hormonal sustitutiva y la alimentación es mucho más sana.
«Esto te toca y te toca y tiene que ver con ser mujer del primer mundo. ¿Hay que preocuparse? No, pero hay que ocuparse», destaca Lozano.
El cortometraje, recién salido del horno y con el que muchas mujeres se sentirán identificadas, se enviará ahora a los distintos festivales de cine, donde la directora espera que tenga «muy buen recorrido».
También se pondrá a disposición de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para que otras mujeres que estén pasando por la misma situación «rían, lloren, se emocionen» y sean capaces de afrontar la enfermedad con la misma naturalidad con la que lo ha hecho Mabel Lozano.