La coordinadora del Museo de Arte Abstracto de Cuenca, Celina Quintas, posa en una entrevista con la Agencia EFE. EFE/ Álvaro Del Olmo

La figura de Fernando Zóbel impregna todo en Cuenca

Diego Albaladejo | Cuenca (EFE).- Fernando Zóbel da nombre a una estación de tren, a un instituto y a una pequeña calle de apenas 150 metros en Cuenca, ciudad que lo nombró Hijo Adoptivo hace medio siglo tras la creación del Museo de Arte Abstracto y en la que la presencia del artista, que el 31 de mayo recibirá la Medalla de Oro de Castilla-La Mancha a título póstumo, impregna “todo lo que es la ciudad”.

Así lo cree Celina Quintas, coordinadora de ese museo que Zóbel (Filipinas, 1924 – Italia, 1984) junto a Gerardo Rueda, Gustavo Torner y otros artistas crearon hace más de medio siglo en las emblemáticas Casas Colgadas de Cuenca y que gestiona desde hace décadas la Fundación Juan March.

El Museo es el «gran legado cultural» del pintor filipino y fue en su creación “un instrumento fantástico” para acercar el arte contemporáneo y sus códigos al público, en el que Zóbel enseñó a “mirar de otra manera”, ha afirmado Quintas en una entrevista con la Agencia EFE.

La Medalla de Oro, «un gran honor» para la familia de Zóbel

Y es que Zóbel siempre “contribuyó a que Cuenca, y por ende, Castilla-La Mancha tuvieran mucha más relevancia en el mundo del arte internacional”, según ha defendido la sobrina del artista, Georgina Padilla Zóbel de Ayala.

Por ello, la familia ha recibido con “mucha ilusión” la noticia de la concesión de la Medalla de Oro, que consideran “un gran honor” y también un homenaje de la región que les parece “muy justo”.

En declaraciones a la Agencia EFE, ha subrayado que el mejor recuerdo para él es “su eterna memoria unida a su querida ciudad, Cuenca, de la cual es su Hijo Adoptivo”.

«Ahora, en su centenario, pensamos que, por fin, se le hace justicia, no solo en su ciudad adoptiva, Cuenca, sino en el resto de España», ha celebrado la sobrina del artista.

El «relanzamiento» de Zóbel

A este respecto, Quintas ha manifestado que Zóbel no tuvo, quizá, el reconocimiento merecido en su época, pero ha apuntado que en las últimas dos décadas «estamos asistiendo a un relanzamiento” de su figura, que se deja notar también en Cuenca.

“Mucha gente ha venido a nuestra ciudad y al Museo buscando a Fernando Zóbel, buscando su pintura, buscando también esa personalidad tan polifacética de artista, emprendedor, pero también maestro… un hombre políglota, un hombre de una gran repercusión internacional, y desde luego un hombre con una gran inteligencia”, ha reflexionado Celina Quintas.

El pintor Fernando Zóbel recibe la Medalla de oro de las Bellas Artes de manos del rey Juan Carlos I. Imagen de archivo. EFE

La sobrina del artista también ha afirmado que, con acontecimientos artísticos como la exposición en el Museo del Prado entre 2022 y 2023, se ha contribuido “a enaltecer si figura artística, sobre todo en el ámbito internacional”.

En cualquier caso, su sobrina cree que su legado “se podría difundir mucho más, a nivel nacional e internacional”.

“Mi hermano Alejandro y yo hemos puesto nuestro granito de arena al donar su legado artístico, cuadernos de dibujo, acuarelas, sus diarios y su biblioteca de libros de arte; todo para difundir su legado”, ha señalado la sobrina del artista.

Cuenca, por delante de otros focos culturales mundiales

La coordinadora del Museo de Arte Abstracto ha reivindicado también la gran “generosidad” de Zóbel en la génesis de este espacio, al convertir “un trabajo individual en algo colectivo” y adelantarse, en los años 60 del pasado siglo, en una pequeña ciudad española, a lo que sucedería después en otros focos culturales.

“Este es un museo hecho por artistas, y esto pasaría años después en el Nueva York de los años 70, un espacio creado por artistas. Pero era casi absolutamente impensable en una ciudad pequeña de solo 20.000 habitantes como era Cuenca”, ha rememorado Quintas.

Ha argumentado que la creación del Museo y, cuatro años antes, de la Semana de Música Religiosa, son “los dos acontecimientos que definen la identidad cultural de Cuenca” y que en el caso del centro museístico sirvió como germen para nuevas instituciones, como la Facultad de Bellas Artes o la Fundación Antonio Pérez, entre otras.

Zóbel recibirá la Medalla de Oro a título póstumo en el centenario de su nacimiento y apenas dos días antes del cuadragésimo aniversario de su prematuro fallecimiento.

Con todo, Quintas ha resaltado que las personas que trabajan en el Museo de Arte Abstracto no necesitan «un pretexto para recordar a Zóbel, porque realmente el espíritu del museo está impregnado de todo lo que ha significado, todo lo que es este proyecto, todo lo que implica la creación de este museo a nivel nacional y también internacional”.

Exposición itinerante por España, Europa y Estados Unidos

La figura de Zóbel también ha recibido difusión internacional en los últimos meses gracias a la exposición itinerante que ha llevado casi medio centenar de obras del Museo de Cuenca a Dallas (Estados Unidos), Coblenza (Alemania), Barcelona, Granada o la sede central de la Fundación Juan March en Madrid, mientras se realizaban unas obras de climatización.

En este aspecto, Quintas ha dicho que se sienten orgullosos de esta iniciativa de la Fundación y el Museo «porque ha sacado una buena parte de la colección, de esa colección primigenia con la que Fernando Zóbel creó el Museo, por otras instituciones; es decir, le hemos devuelto la generosidad».

Ha resumido: «él, en un momento determinado, hizo este museo en esta ciudad y ahora lo que hemos hecho es sacar sus obras» por diferentes puntos del mundo.