El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page durante el acto de colocación de la primera piedra del nuevo Centro de Día de Talavera de la Reina. EFE/Manu Reino

Page: Me da mucho apuro que la gobernabilidad de España dependa de xenófobos

Talavera de la Reina (Toledo) (EFE).- El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha itido que le da «mucho apuro» que la gobernabilidad del país dependa de partidos que, como los independentistas catalanes, «exhiben lo peor de la condición humana: la xenofobia, el racismo y el odio».

Durante su intervención en el acto de colocación de la primera piedra del nuevo Centro de Día para personas con alzheimer y el Centro de Mayores de Talavera de la Reina, el presidente castellanomanchego ha criticado que Junts haya avanzado que rechazará la ley de Extranjería si el Gobierno central no excluye del reparto de menores migrantes no acompañados a Cataluña.

«Me avergüenza que a veces nos tengamos que entender con partidos, como los independentistas catalanes, que exhiben lo peor de la condición humana: la xenofobia, el racismo y el odio», ha afirmado el presidente castellanomanchego, que ha incidido en que esta actitud es «lamentable, es lo más parecido al fascismo imperante en la Segunda Guerra Mundial».

Incluso ha reconocido que le da «mucho apuro que la gobernabilidad de España dependa de gente tan xenófoba, tan radical, tan generadora de ocio con el conjunto de España y con quienes vienen de fuera, más siendo menores».

«La solidaridad es incompatible con que sea obligatoria»

En cualquier caso, ha señalado que el reparto de menores migrantes entre las comunidades autónomas no se debe definir como «un problema de solidaridad», pues ha reflexionado que «la solidaridad es incompatible con que sea obligatoria».

Por ello, ha calificado de «indispensable en España que se normalice y se regule la cooperación entre las autonomías», pues ha señalado que la solidaridad es la que tienen las istraciones autonómicas «con quien gestiona o, mejor dicho, no gestiona la llegada de migrantes ilegales».

«Esa sería la solidaridad. Pero realmente lo que sí es obligatorio y lo que sí procede es que las leyes regulen el tráfico de cooperación constitucional en algo tan elemental y tan sensible como la atención a los menores, a los niños”, ha dicho el presidente regional, quien ha opinado que la atención a los menores «tendría que haber estado siempre fuera del frentismo, de las neurosis frentistas que hay en el país», porque a su juicio no se puede hacer «un campo de batalla de todo».

De hecho, ha lamentado que en cuestiones con las que España se ha comprometido a nivel internacional, como la declaración universal de los derechos humanos que comienza con los derechos de los niños, se pueda hacer «una batalla campal».

Asimismo, se ha comprometido a que Castilla-La Mancha cumplirá con la acogida de menores migrantes no acompañados, como ha reivindicado que ya está haciendo, y se ha mostrado partidario de «estar a la altura de las circunstancias, hacerlo de manera normal, sin que se utilice a los menores de «pim, pam, pum».