Toledo (EFE).- La borrasca ‘Nelson’ de finales de marzo de 2024 ha salvado el año hidrológico en Castilla-La Mancha por las abundantes lluvias caídas, si bien esta región pone el foco en la necesaria publicación y aplicación del cambio en las normas de explotación del trasvase Tajo-Segura para poder mejorar la situación hídrica de la comunidad autónoma.
En declaraciones a EFE, la directora gerente de la Agencia del Agua de Castilla-La Mancha, Mercedes Echegaray, ha hecho un balance del año hidrológico que termina el 30 de septiembre, y que ha calificado como «variado».
Así, ha recordado que aparentaba que iba a ser relativamente seco por las escasas lluvias en noviembre y diciembre, pero las lluvias de la Semana Santa por la borrasca ‘Nelson’ provocaron que se haya conseguido incluso superar la media.
En este sentido, ha indicado que en el mes de abril -la mitad del año hidrológico-, la región llegó a tener unos niveles de llenado de embalses «importantes», y que según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) el porcentaje de lluvias en este año hidrológico que concluye en Castilla-La Mancha ha sido de un 115 por ciento, lo que supone un 15 % por encima de la media.
«El agua de hoy hay que mantenerla hasta pasado mañana»
Sin embargo, ha advertido de que «no se puede olvidar que el agua que cae hoy hay que mantenerla hasta pasado mañana, la semana que viene o el año hidrológico siguiente, porque nunca se sabe lo que va a venir».
En todo caso, ha indicado que para eso existen los planes de sequía, los planes de contingencia y los abastecimientos de las grandes ciudades que saben cómo actuar para tener esos recursos durante el mayor tiempo posible.
Por tanto, ha afirmado que la sequía afectó a Castilla-La Mancha hasta finales de marzo pero a partir de la borrasca ‘Nelson’ se levantaron las restricciones por sequía tanto en la parte alta de la cuenca del Júcar como en el Guadiana.
Pero ha precisado que «eso no quita para que ahora se vuelvan a poner dotaciones más reducidas para según qué riegos e incluso en algún momento de apenas precipitaciones se tendrán que reducir los abastecimientos».
El año hidrológico acaba con los embalses al 42 %
En cuanto a los embalses, Echegaray ha explicado que su obligación cuando termina el año hidrológico es estar bajos, pero ha considerado que «a veces es un poco falaz» buscar el nivel de llenado de los embalses porque de una parte de la cuenca a la otra puede haber 700 kilómetros y la situación ser muy diferente.
En este punto, ha aseverado que el río Tajo tiene un 57 % de agua acumulada pero está en la parte baja, de Talavera de la Reina (Toledo) hacia Portugal, pero ha remarcado que hay que poner el foco en los embalses de cabecera de Entrepeñas y Buendía, que han bajado de forma sistemática en los últimos tres meses al tirar de trasvase Tajo-Segura y ahora mismo se encuentran por debajo del 50 %.
A pesar de todo, la directora gerente de la Agencia del Agua ha tomado como referencia el dato de ‘embalses.net’ que arroja que los embalses de Castilla-La Mancha están al 42 % en la actualidad y, a este respecto, ha manifestado que «para empezar el año hidrológico no está mal».
Pendiente la reforma en el trasvase Tajo-Segura
Con respecto a la reforma de las normas de explotación del trasvase Tajo-Segura, Echegaray ha incidido en que ya hay ocho meses de retraso porque debería de haberse publicado la modificación el 11 de febrero de este año y ha calculado que hasta finales de año no estarán publicadas porque aún queda un proceso largo de consulta pública e informes interministeriales.
Con todo, ha confiado en que el Ministerio para la Transición Ecológica atienda las demandas de Castilla-La Mancha porque, hasta el momento, el grado de escucha y consideración de las peticiones en los últimos años ha sido «muy alto» y, por ello, pueda continuar la reducción de los trasvases y la utilización de nuevas formulas como las desaladoras en aquellas zonas del país que están cerca de la costa.
