de Stop Ganadería Industrial participan este jueves en una concentración de protesta por la reactivación de las licencias a macrogranjas y por la proliferación de plantas de biogás-biometano en Toledo. EFE/Ángeles Visdómine

Protestas contra el gobierno de Castilla-La Mancha por el fin de la moratoria de macrogranjas

La plataforma ‘Stop Ganadería Industrial CLM’ ha protestado este jueves ante el Palacio de Fuensalida, en Toledo, por el fin de la moratoria para la instalación de macrogranjas porcinas y ante el incremento de plantas de biogás en la región, del que responsabilizan al Gobierno de Castilla-La Mancha.

Alrededor de 150 personas se han concentrado ante la sede del Gobierno regional procedentes de poblaciones de Toledo, como Retamoso de la Jara; Ciudad Real, en defensa del río Bullaque; o Cuenca, como Quintanar del Rey, Villalba de la Sierra, Huete, Gabaldón o Priego.

Según este colectivo, el fin de los dos años de moratoria para los proyectos de macrogranjas va a suponer que se reactiven más de 60 de estas instalaciones en toda la región, y casi se va a duplicar el número de plantas de biogás.

Así lo ha indicado en declaraciones a los medios una de las integrantes de la junta directiva de la plataforma, Paciencia Talaya, de la asociación de Quintanar del Rey, que ha afirmado que les han «tomado el pelo» y que no tienen en cuenta a los vecinos de las poblaciones donde se ubican estas instalaciones.

Un decreto «a medida» de las empresas

Ha argumentado que se ha hecho una «legislación a medida» de la ganadería intensiva, en referencia al decreto por el que se regula la gestión de estiércoles de explotaciones porcinas en la región que fue publicado el pasado viernes, y que ha afirmado que da «manga ancha a los empresarios».

Asimismo, se ha mostrado muy crítica con la proliferación de plantas de biogás, que ha augurado que pasarán de 108 a más de 200 en toda la comunidad autónoma, y cuyo objetivo es «que estén al lado de las macrogranjas y así las macrogranjas tengan una salida para sus miles de toneladas de purines».

Es «una barbaridad, algo totalmente loco», según la portavoz de la plataforma, que ha denunciado que se quiere poner Castilla-La Mancha a la altura de otras comunidades como Aragón o Cataluña «en cuanto a contaminación y en cuanto a número de cerdos por habitantes», cuando esas regiones «tienen unos problemas gordísimos».

Exigen que el Gobierno les escuche

Otra de las integrantes de este colectivo, Amparo Cuenca, de Ecologistas de la Manchuela, ha denunciado también que tanto el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, como la consejera de Desarrollo Sostenible, Mercedes Gómez, les han recibido «sólo una vez» y ha aseverado que no les escuchan.

Ha añadido que estas instalaciones son contaminantes, en especial para los acuíferos, y que «una vez te clavan una planta de biogás o una macrogranja, los controles son difíciles y somos la gente de los pueblos los que tenemos que controlar».

Los manifestantes han portado pancartas en las que se podía leer «Con nuestro futuro no se juega», «Page, los cerdos no votan» o «La gran cagada», en alusión a los purines que generan las macrogranjas porcinas. También han exhibido la representación de unas heces que llevaban en andas varias personas, o uno de los manifestantes que iba disfrazado de excremento y con una careta de García-Page.

Los participantes han cantado varios villancicos, como «Nos quieren vender la burra, rin rin» o «Page, Page, Page, qué contento está, con las macrogranjas y el biogás», con música de «La Marimorena» y han entregado un gran sobre con sus reivindicaciones para el jefe del ejecutivo autonómico.