Zamora (EFE).- En España hay cerca de un millón de fincas, una de cada once de las existentes, que se encuentran abandonadas porque sus propietarios, que en muchos casos las han heredado, desconocen dónde están y los vecinos de la zona tampoco saben a quién pertenecen, lo que constituye combustible para los incendios forestales al ser terrenos que no se limpian.


La representante de la Fundación Europea para el Clima ha contextualizado la proliferación de incendios en España en el mapa mundial, donde Siberia lleva ardiendo desde mayo y tiene «el triste récord de dos millones de hectáreas quemadas este año», los graves incendios se extienden por distintas zonas de Estados Unidos, incluso por Alaska, y en Europa se han quemado más de 660.000 hectáreas, un 40 % de ellas en España.
Sobre esa especial afectación en nuestro país, el catedrático de Ingeniería Forestal de la Universidad de León Alfonso Fernández-Manso se ha hecho eco de un estudio que ha constatado que en Castilla y León y Galicia la despoblación hizo de los lugares en los que proliferaron los incendios «territorios mucho más inflamables».
Este experto ha advertido de que los proyectos rurales que únicamente apuestan por las grandes infraestructuras de energía, como los parques eólicos, «están agravando más el problema» de los incendios y, frente a ellos, ha reivindicado la apuesta en los pueblos por «multiactividades para que los paisajes sean un mosaico» con presencia de ganadería, gestión forestal y otras actividades que revitalicen los paisajes.
En la jornada también se ha debatido sobre la información frente al fuego y el papel de las instituciones provinciales que han detallado responsables de las diputaciones de A Coruña, Málaga y Zamora, que han explicado cómo han actuado ante esas «catástrofes medioambientales, económicas y sociales».
Edición web: Óscar R. Ventana