Valladolid (EFE).- Castilla y León llega a este 1 de diciembre, Día Mundial del Sida, con 99 casos nuevos de VIH diagnosticados en el 2022, nueve en mujeres y el resto en hombres.
Dos de los casos se sitúan en el tramo de entre 14 y 19 años y 30 entre 20 y 29 años, con lo que el 30 por ciento de los casos son en menores de 29, de acuerdo al último informe sobre el VIH relativo al pasado año de la Consejería de Sanidad.
Como principales conclusiones de este 2022, el informe recoge que se mantiene la tendencia en el descenso de la edad media de los nuevos VIH, con ese 30 por ciento de los nuevos casos son menores de 29 años.
Y se evidencia un retraso en el diagnóstico aunque la prueba sea gratuita.
El estudio recoge que en el 2022 se notificaron 99 nuevos casos de infección por VIH con una tasa de incidencia de 4,17 casos por cada 100.000 habitantes.
La Comunidad suma 1.707 nuevos casos diagnósticos desde el 2009, en una serie que tuvo el mayor pico en los 172 diagnósticos del 2011.
Esos 99 casos de VIH del 2022 son una docena menos que los de 2021, y los mismos que el 2019, antes de la pandemia.
En España se registraron en el 2022 un total de 66.964 nuevos casos de VIH, con una tasa de 6,23 casos por 100.000 habitantes, de acuerdo al informe del Ministerio de Sanidad recogido por EFE.
Valladolid y Burgos con las mayores tasas de incidencia
Valladolid (32 casos) y Burgos (21) fueron las provincias con mayor tasa de incidencia en el 2022 con 6,18/100.000 habitantes y 5,95/100.000, seguidas de León (17) con 3,76/100.000 habitantes.
La menor tasa la anotó Zamora (4 casos en el 2022) con 2,38 por 100.000, seguida de Salamanca (8 casos), con una tasa de 2,45; Segovia (4), con 2,60; con una tasa de 3,14 en Ávila (5 casos); 3,18 en Palencia (5); con 3,37 en Soria (3).
Las mayores tasas han ido variando a lo largo de los años, y desde el 2015 han sido las siguientes: Valladolid con 29 casos (5,50/100.000), en 2015; Soria con 6 (6,61/100.000) en 2016, Burgos con 22 (6,15/100.000) en 2017, de nuevo Soria con 8 (9,03/100.000) en 2018, Valladolid con 31 (5,97/100.000) en 2019, en el 2020 León con 23 (5,01/100.000) y de nuevo Burgos en el 2021 con 30 (8,43/100.000) y de nuevo Valladolid en 2022 con esos 32 casos y una tasa de 6,18/100.000.
El 90,91% hombres
El 90,91% de las nuevas infecciones fueron en hombres y el 9,09% mujeres; que supone una tasa de incidencia en los varones es de 7,68 casos de VIH por 100.000 habitantes y en las mujeres de 0,75 por 100.000.
La edad media de los nuevos casos es de 38,38 años, con esos dos en el tramo de 14 a 19 años, los dos hombres; los 30 entre 20 a 29, con dos mujeres; 24 entre 30 y 39, con tres mujeres; 22 entre 40 y 49, con tres mujeres también; y 21 con más de 50 años, con una sola mujer.
El 56,57% en casos de relaciones homosexuales
La categoría de transmisión más frecuente para el total de las nuevas infecciones es la de los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH), con un 56,57% y 56 nuevos casos, seguida de las relaciones heterosexuales 31,31% y 31 casos y hay un porcentaje importante en el que se desconoce la categoría de trasmisión.
De los 99 nuevos casos del 2022, 72 correspondieron a población española, con el resto de otros países, 23 casos de América y 4 de Europa, según el informe de la Consejería.
Se mantiene el retraso en el diagnóstico, más en las mujeres
En 2022, el retraso diagnóstico del VIH fue superior en las mujeres, ya que el 44,44% tienen en el momento del diagnóstico una cifra de linfocitos CD4 que ayudan a combatir las infecciones inferior a 200, frente al 33,33% de los hombres. Superando también, porcentaje de hombres al de mujeres en la cifra de CD4 superior a 350.
La Consejería indica en el informe que cuando el nivel de CD4 es inferior a 350 células/μl, se utiliza como dintel para definir el diagnóstico tardío; así mismo, cuando la cifra de CD4 es inferior a 200 células/μl al diagnóstico o el diagnóstico de VIH coincide con el de sida se habla de enfermedad avanzada.
Para el total de los casos notificados, en el 49,49% la cifra de CD4 era inferior a 350 células/μl y en el 2,02% no pudieron conocer este dato.
Si se analiza el estadio clínico de las nuevas infecciones por VIH en 2022 se observa que el 19,19%, esto es 19 casos, eran ya caso de sida en el momento del diagnóstico, el 39,39%, con 39 casos, primoinfección y el 31,31%, 31 casos, fueron clasificados como infección asintomática.
Conclusiones:
-Durante el año 2022, se ha mantenido el mismo número de nuevas infecciones por VIH que en los últimos años, alrededor de 100 casos nuevos.
-Se infectan más hombres que mujeres.
-En 2022 la mayor tasa aparece en hombres de 25 a 29 años seguidos de los de 20 a 24.
-En 2022, más de un 30% de los casos son menores de 29 años.
-La tendencia al descenso en la edad media en el año 2022 se mantiene.
-La moda de edad en 2022 ha sido de 51 para los heterosexuales. En los HSH ha sido de 26, indicando que el 50% de las nuevas infecciones tienen menos de 26 años según su comportamiento de riesgo.
-En la actualidad el VIH se transmite fundamentalmente por vía sexual en 2022 el 87,88%. Entre los hombres, las relaciones de hombres que tienen sexo con otros hombres son superiores a las relaciones heterosexuales.
-En más del 56,57% de nuevos diagnósticos de 2022 el comportamiento de riesgo es por relaciones sexuales entre HSH.
-El 49,49% de los nuevos diagnósticos en 2022 ya tenían una inmunodepresión moderada-grave (linfocitos CD4<350 células/μl).
-Se evidencia un retraso diagnóstico de la infección por VIH, a pesar de que la prueba del VIH es gratuita.
-En global hay menor retraso diagnóstico en HSH que en Heterosexuales.
-El retraso diagnóstico se mantiene estable en estos años.
-El número de casos que se diagnostica a la vez de VIH y sida en el año 2022 ha aumentado.
-La promoción del diagnóstico precoz en toda la población, pero fundamentalmente masculina, sexualmente activa y alrededor de los 20-25 años, es prioritaria para obtener avances en la prevención y tratamiento de la infección por VIH.
-Disponer de un sistema de información de las nuevas infecciones por VIH de base poblacional que garantiza la confidencialidad de los datos, es una herramienta clave para la adecuada vigilancia epidemiológica, para mantener la sensibilidad social frente a la epidemia y para orientar en la toma de decisiones informadas en salud pública y en políticas preventivas. EFE
