Fernando Pérez Soto | León (EFE).- El lateral derecho polaco del Abanca Ademar Patryk Wasiak, que llegó al conjunto leonés avalado por Talant Dujshebaev que le tuvo a sus órdenes en el filial del Kielce, busca en uno de los clubes especializados en pulir talento «madurar como jugador», según ha declarado en una entrevista concedida a EFE.
El joven internacional júnior de 18 años es consciente que aún se encuentra en fase de aprendizaje, en su primera experiencia en el balonmano profesional, en un país y cultura diferentes y con un balonmano que en pocos aspectos coincide con el que practicaba en su país, a pesar de la llegada de técnicos a la liga polaca como Dujshebaev y Xavi Sabaté al frente del Orlen Wisla Plock.

«A los 18 años hice un viaje de 2.000 kilómetros desde mi casa, dejando mi familia y amigos para poder probarme en la liga española, lo que supone un cambio radical de mentalidad pero esta dificultad no tiene que servir de excusa», aclara.
La intención inicial del Abanca Ademar era hacer una apuesta por un talento emergente -es una de las referencias en la selección júnior polaca-, pero a la sombra de un jugador ya contrastado como David Fernández, quien finalmente antes de iniciarse el campeonato fue reclutado, pagando su cláusula de rescisión, por el Porto portugués.
«Fiché para ser segundo o tercer lateral derecho, pero resultó que durante toda la pretemporada y un par de partidos de liga fui el único en mi posición», relata Wasiak que, con posterioridad se vio acompañado por el angoleño Adelino Pestana.
Mejorar para ganar protagonismo
A pesar del cambio el lateral reconoce que su adaptación fue muy rápida porque siempre encontró un total respaldo de compañeros y cuerpo técnico, aunque la calidad que atesora se ha complementado, en ocasiones, por su irregularidad en el juego, algo que acepta como parte del peaje en el necesario acoplamiento.
«Se que no estoy jugando al nivel que debería estar ahora mismo pero trabajo al máximo para alcanzarlo lo más rápido posible y estoy convencido que en la segunda parte de la temporada la contribución al equipo será real», asegura.

En este sentido no tiene dudas en reconocer que está contando con los minutos que se gana en el campo con sus actuaciones.
«Si pierdo balones, soy pasivo en ataque y débil en defensa y está claro que no merezco minutos, pero si cambio podré quitárselos a Carlos Álvarez o Adelino -Pestana-«, apunta.
Un Ademar que irá a más
Precisamente la misma irregularidad en su aportación es consustancial con la trayectoria que está siguiendo el equipo al que, sin embargo, ve como «una familia, no solo como compañeros de trabajo, sino que hay una gran relación dentro y fuera de la pista y eso construye un bloque sólido y se acabará traduciendo en la cancha».
Wasiak está convencido que el conjunto ademarista ofrecerá una mejor versión tras el parón del mes de enero y de cara a la segunda vuelta de la temporada porque, analiza, «si en lugar de haber sumado cuatro empates hubieran sido otras tantas victorias el equipo estaría cuarto, pero perdiendo sería decimotercero, por eso con la estabilidad se puede luchar por estar en el top 4 y por las plazas europeas». EFE