León, (EFE).- El 58,14% de los s que utilizan el servicio de teleasistencia en Castilla y León vive solo, 25.115 personas de un total de 43.196, que apenas representan el siete por ciento de la población mayor de 65 años censada.
Así se recoge en los los datos facilitados a EFE por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.
Este departamento destaca que la teleasistencia se ha posicionado como un excelente recurso para combatir uno de los principales males del envejecimiento: la soledad.
Así, cumple con la función social de mantener al mayor conectado con el mundo facilitando su permanencia en el domicilio.
Más del 80% de los s son mujeres
Y en su mayoría tiene rostro femenino, ya que ellas son en más de un 80 por ciento de los casos las beneficiarias de un servicio que presta la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades gestiona, a través de los centros de acción social (CEAS), con un total de 38.486 terminales instalados actualmente frente a los 26.625 que tenía en 2020.
No en vano, ese año, caracterizado por la irrupción de la pandemia de COVID-19, los mayores castellanos y leoneses que hacían uso de este recurso que fomenta la autonomía de la tercera edad eran 20.501.
Zamora, la provincia con más s de teleasistencia
Este porcentaje de s de teleasistencia que residen en hogares unifamiliares se sitúa por encima en provincias como Zamora (65,38%, 1.462); León (63,39%, 4.416); Ávila (61,02%, 1.686); Palencia (58,75%, 1.785), y Burgos (58,37%, 3.319).
Por detrás se sitúan Soria (57,24%, 1.080); Salamanca (56,59%, 3.823); Valladolid (53,26%, 5.682); y Segovia (26,64%, 844).
En este sentido, el perfil mayoritario de los s de esta prestación pública de carácter gratuito se corresponde con el de una mujer octogenaria que vive sola en el medio rural.
La gran mayoría de los s tiene más de 80 años
Y es que 34.967 de los 43.196 mayores registrados tiene más de 80 años, según los datos facilitados a EFE por la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades.
Además, en seis de cada diez casos -25.990- tienen reconocido algún grado de dependencia al tener limitadas sus capacidades.
La comunicación se hace posible con sólo apretar el botón de alarma de la unidad de control remoto que los s llevan siempre consigo a modo de colgante o pulsera.
Pero, de un modo paralelo, los trabajadores de la central de teleasistencia -ubicada en el polígono de San Cristóbal de Valladolid- levantan el teléfono a diario para llamar a los s para realizar un seguimiento de su estado -que es mayor en situaciones de duelo, convalecencia o rehabilitación- o recordarles citas médicas.
La persona mayor que vive sola gana así en tranquilidad y seguridad, ya que “en caso de que tenga una emergencia en su vivienda, la teleasistencia le permite pedir auxilio de una manera fácil y rápida”.
Además, el servicio contempla la instalación de detectores de humo, de gas y de monóxido de carbono y se sensores de presencia para la prevención de caídas, así como dispositivos de teleasistencia móvil (geolocalización), en aquellos casos en los que se revela necesario.
Poner las nuevas tecnologías al servicio de la sociedad
Este servicio se enmarca en el Sistema de Atención a la Dependencia 5.0 que está implantando la Junta y que apuesta por los cuidados centrados en la persona, poniendo las nuevas tecnologías al servicio de las necesidades y preferencias de una población cada vez más envejecida y dispersa.
Un modelo en red innovador y pionera en España que pretende acelerar el proceso de digitalización de los servicios sociales para optimizar su calidad y eficacia desde “un abordaje preventivo y proactivo” en tiempo real y en el marco de la Estrategia Europea de Cuidados.
Una hoja de ruta que persigue asegurar que la atención a largo plazo sea oportuna, integral y asequible.
