Valladolid, 05 ene (EFE).- Sin miedo al frío, la lluvia o la amenaza de nieve, con ilusión y muchos nervios, los niños de Castilla y León han abarrotado las calles de pueblos y ciudades para dar la bienvenida a los Reyes Magos, que han llegado mágicamente a todos los rincones de la Comunidad, cargados con regalos, caramelos, dulces y buenas intenciones de año nuevo, en las tradicionales cabalgatas de la tarde del 5 de enero.
Ante la mirada asombrada y emocionada de los más pequeños, Melchor, Gaspar y Baltasar han llegado a tierras castellanas a bordo de llamativas carrozas reales, acompañadas por multitudinarios séquitos, animales fantásticos, espectáculos de luz y sonido, ilusionismo… y magia, mucha magia.
Sus Majestades han esquivado la lluvia y la nieve, que ha amenazado Burgos media hora antes de la Cabalgata, y han hecho entradas triunfales, llegando en barco, por el Canal de Castilla, a Medina de Rioseco (Valladolid); y en tren a León, Miranda de Ebro (Burgos) y Venta de Baños (Palencia), en este último caso, subidos en la mítica locomotora ‘La Verraco’.
Y tras un recorrido previo en tren turístico por la capital leonesa, o las ya tradicionales visitas a mayores y niños hospitalizados en Burgos o Valladolid (con mascarilla ante la elevada incidencia de infecciones respiratorias), los Magos de Oriente se han subido a sus carrozas reales para desfilar por las calles de Castilla y León, un chute de energía en previsión de una larga y dura noche, que los mantendrá en vela mientras visiten las casas de los niños de la Comunidad.
Fantasía, tradiciones e inclusión
Viajes interminables como los que ha inspirado Julio Verne en Valladolid; pulpos de tres metros de altura acompañados de serpientes marinas de quince, e inmensos soldaditos de plomo en Salamanca; animales míticos, hadas, unicornios y cometas que en Burgos se han mezclado con el rock navideño y los ritmos africanos; marionetas gigantes y carrozas inspiradas en el Mago de Oz o la Bella y la Bestia en Palencia…
La fantasía ha sido la nota dominante en las cabalgatas de Reyes, que no han dejado a un lado las tradiciones, pues junto a Melchor, Gaspar y Baltasar, en León ha desfilado el camión escalera de Bomberos Magirus de 1963; y en Palencia, El Abuelo y la Abuela, los antiguos camiones del Parque de Bomberos, han abierto un desfile en el que no podían faltar las ocas de Miguelín, muy queridas por el público palentino.
En las cabalgatas de Castilla y León cabe todo el mundo (incluido el frío, que ha estado muy presente ante la llegada de un frente polar), pues las ciudades han reservado plataformas para facilitar que las personas con movilidad reducida pudieran disfrutar de los desfiles; además, en Ávila se ha diseñado un tramo sin ruido, destinado a niños con trastorno del espectro autista, y en Palencia, un intérprete de lengua de signos ha acercado la cabalgata a las personas con problemas auditivos.
Momentos mágicos, emotivos y mucho caramelos
Kilos y kilos de caramelos de todos los tipos y colores: duros, blandos, piruletas… pero, sobre todo, libres de alérgenos, aptos para todos los niños (y mayores), se han lanzado desde las carrozas de las comitivas reales -que también llevaban carbón para los más traviesos-, que han concluido con la adoración al Niño Jesús y unas palabras de los Magos de Oriente a los niños, que en algunos casos han tenido la suerte de poder hablar directamente con ellos.
En Segovia, dos han sido los momentos más mágicos de la tarde: la salida de la cabalgata desde el castillo y su llegada a los Arcos del Acueducto, donde los pequeños han interactuado con los Reyes; también les han recibido, y dado golosinas, en Soria, tras un desfile que ha partido de Los Pajaritos, acompañado por llamativos y divertidos espectáculos. Y tanto en Palencia como en Zamora, los caramelos han ido acompañados de obsequios.
Precisamente en Palencia, después de recibir las llaves de la ciudad para poder entrar en todas las casas, se ha cantado y bailado el villancico palentino ‘Ea’ ante el Belén de la Plaza Mayor; y los fuegos artificiales han estado también presentes en diferentes ciudades, para festejar la visita de los Magos de Oriente.
Además, el balcón de las casas consistoriales de Zamora y Valladolid, o el del Teatro Principal de Burgos, han acogido los discursos de Sus Majestades, que han pedido paz, amor y solidaridad, con un recuerdo muy especial para los niños que peor lo están pasando.
Al tiempo que han recordado a los niños que tienen que ser buenos durante todo el año y que en esta mágica noche tienen que acostarse pronto si quieren ver sus casa llenas de regalos en la mañana del 6 de enero.
