La plusmarquista nacional de lanzamiento de peso, la mugardesa Belén Toimil, posa durante una entrevista con la agencia EFE en León.EFE/ J. Casares

Belén Toimil, plusmarquista de lanzamiento de peso: «Salir de Galicia fue difícil pero supuso un salto cualitativo para el futuro»

Fernando Pérez Soto
León (EFE).- La plusmarquista nacional de lanzamiento de peso, la mugardesa Belén Toimil, con más de una década fuera de su tierra, no tiene dudas en considerar que su salida de Galicia a los 18 años con destino a León y su Centro de Alto Rendimiento (CAR) supuso, según ha declarado en una entrevista concedida a EFE, «un salto cualitativo para el futuro e intentar poder vivir profesionalmente del deporte».


Después de despuntar en categorías inferiores en su disciplina, lo que le llevó a dar el primer salto desde su localidad natal -Mugardos- a la capital pontevedresa, donde permaneció tres años en el Centro Gallego de Tecnificación Deportiva (CGTD), en septiembre de 2012 decidió, junto con su entrenador Javier Viñas, aceptar la beca en el CAR de León que le permitía además entrenar con una de las referencias en su disciplina, Carlos Burón.


«Al principio tuve dudas, porque suponía una ruptura con muchas cosas y la incertidumbre de tener que tomar el rumbo de tu vida a esa edad y, aunque también había ofertas para continuar en Estados Unidos, al final mi entrenador me dijo que era una gran oportunidad y a ello se unió la ayuda paterna de saber que la vida no siempre es perfecta en todo y que estas decisiones también ayudan a aprender a superar los momentos de bajón», ha señalado.


Una experiencia previa como escalón intermedio


Más de una década -inicia su duodécima temporada en León- le permiten tener ya una visión global de lo que supuso el cambio de vida, habitual entre los deportistas de alto nivel que buscan los mejores destinos para reconducir sus carreras hacia la élite.


«Es cierto que tenía la ventaja de haber vivido ya una experiencia previa fuera de casa, aunque todos los fines de semana volvía a Mugardos y por eso no fue un cambio tan radical, pero aún así siempre requiere de una adaptación que tiene sus momentos duros hasta que te haces a todo», ha relatado Belén Toimil.

La plusmarquista nacional de lanzamiento de peso, la mugardesa Belén Toimil, posa durante una entrevista con la agencia EFE en León.EFE/ J. Casares


Sin embargo, ello no impide que siga sintiendo esa manida «morriña» que se les atribuye a todos los gallegos que, en cualquier ámbito de la vida, han tenido que buscar su futuro fuera de su tierra.


«No se puede negar que se pasan malos momentos en lo personal y que te pierdes cosas muy importantes en la vida familiar -su abuelo falleció durante el intervalo entre el campeonato de España y el mitin de Madrid- y eso es muy duro, pero también tengo claro que estoy construyendo mi propia vida, la que me gusta y he elegido y no tengo dudas de que León era el sitio en el que debía estar», ha insistido.


Su etapa, ya prolongada en el tiempo, en el CAR de León le ha permitido encontrar «más que compañeros de entrenamiento, amigos, porque ya se han convertido en gente casi de la familia, con la que convivir, tener experiencias vitales conjuntas y sentirse más arropada».


Mirando a París 2024, pero sin obsesiones


De hecho tiene claro que su futuro, una vez concluya su etapa deportiva, que confía que siguiendo la tónica habitual en la disciplina de lanzamientos sea más longeva que en otras disciplinas, pasa por estar fuera de su localidad natal, aunque quizá en tierras gallegas.


Belén Toimil, después de vivir una etapa, previa a los Juegos de Pekín 2020 donde se estrenaba en un cita olímpica, que le resultó «muy estresante por el nivel de autoexigencia», ahora afronta el nuevo asalto a la gran cita, en este caso en París (Francia) «con otra disposición y mentalidad, sin tener que demostrar nada a nadie, sino intentando disfrutar del camino, peleando por el objetivo, pero sin obsesiones».