Monasterio de Santa Clara en Belorado (Burgos). EFE/Santi Otero

Sorpresa y expectación en Belorado por la decisión de las Clarisas de dejar la Iglesia

Patricia Carro | Burgos (EFE).- Parada obligatoria del Camino de Santiago, Belorado vive sin embargo un peregrinaje distinto al Xacobeo, el de periodistas y curiosos que desde este lunes por la tarde se acercan al municipio burgalés para ver cómo se vive el anuncio de las monjas Clarisas del pueblo de abandonar la Iglesia Católica, asunto que monopoliza las conversaciones de vecinos en calles, comercios y bares, mientras el día a día sigue con su rutina.

Sorpresa, incertidumbre y expectación son las tres palabras que mejor definen el estado de ánimo de los beliforanos, si bien muchos todavía no han tenido tiempo de digerir la noticia, otros se han enterado muy por encima y la mayoría no lo acaban de entender. Pero sobre todo, no saben cómo afectará la decisión al monasterio y su relación con Belorado.

En el Bar El Frontero, ubicado en pleno centro del municipio, la actividad diaria no les ha permitido ni pararse a pensar. En declaraciones a EFE iten que los clientes hablan del tema, pero no saben nada más, solo que han llegado periodistas y curiosos preguntando y, con el jaleo de la mañana, no han podido ni atenderles.

«Ha sido una absoluta sorpresa, no nos lo esperábamos»

El alcalde de Belorado, Álvaro Eguíluz, ha asegurado a EFE que «ha sido una sorpresa porque no se lo esperaban» ya que nada había hecho sospechar que la comunidad religiosa, muy cercana a los vecinos e integrada en el municipio, tenía intención de abandonar la Iglesia Católica, lo que está generando incertidumbre.

Hasta el domingo, «el convento estaba abierto, los vecinos se podían acercar a la iglesia para celebrar el culto y el despacho del obrador también estaba abierto para la venta de dulces», pues las Clarisas de Belorado son conocidas por sus chocolates, trufas, rocas y bombones que han promocionado hasta en Madrid Fusión.

Ahora, el Monasterio de Santa Clara está cerrado. De hecho, los vecinos que se acercaron en la tarde del lunes para asistir a misa de 18:00 se encontraron con la verja de la entrada echada, la puerta de la iglesia cerrada y un cartel que indicaba que el torno está cerrado temporalmente.

Mensajes desde el domingo por la noche

Las hermanas Isabel y Miriam, del Obrador de Belorado, en Madrid Fusión.EFE/Kiko Huesca

Eguíluz ha explicado que el domingo por la noche empezaron a correr los mensajes con el manifiesto católico y la carta que lo acompaña, firmados por la madre abadesa, Sor Isabel de la Trinidad, en nombre de las dieciséis religiosas que forman la comunidad de Santa Clara de Belorado, en la que está integrada la de Orduña (Vizcaya).

En el comunicado, Sor Isabel anunciaba que abandonan la Iglesia Católica para pasar a estar bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, que no está en comunión con Roma y cuyo fundador fue excomulgado en 2019 por el actual arzobispo de Burgos, Mario Iceta, cuando era obispo de Bilbao.

Tras conocer esta noticia y escuchar a Iceta decir que las monjas se enfrentan a un delito de cisma, según el Código de Derecho Canónigo, que puede conllevar su excomunión, los vecinos de Belorado no solo están sorprendidos, sino también incrédulos, inquietos y expectantes.

El alcalde ha itido que no sabe cómo afectará todo esto a Belorado, y desconoce el futuro que le espera al convento, pero hay inquietud porque «las Clarisas son parte de la comunidad», unas vecinas más, que abrían sus puertas y atendían, en la medida de sus posibilidades. Ni siquiera se sabe qué ocurrirá con el obrador y la venta de sus dulces.

«Creía que era una broma»

Imagen del convento con las puertas cerradas desde que se publicó la carta. EFE/Santi Otero

La noticia corrió el lunes como la pólvora por las redes sociales pero muchos vecinos pensaron, en un primer momento, que se trataba de una broma. Es el caso de José María García, concejal de Repoblación e Integración, al que el anuncio le pilló volviendo de viaje y, efectivamente, lo primero que pensó es «esto es una broma».

Luego vio que no, y su siguiente reacción fue la sorpresa. «Es una cosa curiosa», ha reconocido a EFE, al tiempo que ha recordado que las Clarisas son «muy cercanas» con el pueblo, y una parte del convento ha estado siempre abierta y los vecinos han podido asistir a misa diaria en la iglesia, hasta este lunes.

Eso sí, García ha itido que, en su opinión, «para ser monjas de clausura hacían actividades que no concordaban mucho», más allá del obrador que las ha hecho famosas, pero nadie se esperaba que ocurriera una cosa así.

De ahí que la decisión de la comunidad religiosa esté siendo «el tema de conversación del día», pues «la gente no sale de su asombro», y además ha puesto el foco de atención en Belorado, lo que de momento no desagrada, aunque los vecinos también esperan poder volver pronto a la normalidad, y dejar de ver cámaras y micrófonos por las calles.EFE