VALLADOLID.03/06/2024.- El escritor Pablo D'Ors participa este lunes en la 57 edición de la Feria del Libro de Valladolid.EFE/Nacho Gallego

Pablo D’Ors: «La gran lacra, el gran cáncer, es el materialismo»

Valladolid (EFE).- El escritor y sacerdote Pablo D’Ors ha asegurado este lunes que el «gran cáncer» de la sociedad actual es el materialismo, el estar cerrado a lo espiritual, y ha valorado el cambio de sensibilidad hacia una mayor consciencia.

D’Ors ha pronunciado estas palabras, en declaraciones a los medios de comunicación, antes de participar en un encuentro con lectores en el marco de la 57ª Feria del Libro de Valladolid, donde ha compartido las reflexiones de su último libro de relatos ‘Los contemplativos’.

El escritor Pablo D’Ors participa este lunes en la 57 edición de la Feria del Libro de Valladolid. EFE/Nacho Gallego

«Para mí la gran lacra, el gran cáncer, es el materialismo, la visión cerrada a lo espiritual, porque eso no responde a la naturaleza humana», ha asegurado el escritor, quien ve revelador el creciente interés por el yoga o la meditación, ya que representa «una sed de algo más, de una cierta trascendencia».

D’Ors ha contrapuesto el «paradigma de la consciencia» con el de la razón, imperante desde la revolución industrial, y lo ha definido como que la sociedad es consciente de que «los problemas de la humanidad están dentro» y que, en la medida en la que se conoce la interioridad, y se pueden resolver.

A preguntas de los periodistas, ha apuntado como causa principal de la llamada «sociedad del malestar» radica en «la dificultad para estar aquí y ahora, para mantener la atención», ya que en su opinión los ciudadanos están sometidos «a una sobreestimulación» que les empuja a «ir muy deprisa y a pasar de una cosa a la otra».

Literatura «de la luz»

En ‘Los contemplativos», D’Ors realiza un homenaje al libro más importante de su vida (‘Ejercicios de contemplación’, del jesuita húngaro Franz Jalics) a través de siete partes «aparentemente independientes» en las que aborda cada aspecto de la práctica meditativa: el cuerpo, el vacío de la mente, lo oscuro, la identidad, la contemplación, el perdón y la vida cotidiana.

Un libro que enmarca en una literatura luminosa en contraposición con muchos de los libros actuales, porque «quien hace una narrativa simplemente despiadada o cruda, como la inmensa mayoría de los escritores contemporáneos, pues no toca el alma en la justa profundidad».

Tras la senda de Hesse o Zweig

«Yo suelo decirlo con esta frase: es que las nubes pasan, pero el cielo permanece», ha sentenciado, tras recordar que los autores con una dimensión pública tienen una responsabilidad social con sus lectores.

El escritor también ha señalado que no considera sus obras como «libros de autoayuda», sino que sigue la senda de autores como Hermann Hesse o Stefan Zweig, que son los que le marcaron en su adolescencia.

«Nadie los calificaría como de autoayuda pero a mí me ayudaron mucho, no solamente a ser el escritor que soy, sino a tener una visión humanista del ser humano, de búsqueda espiritual en el sentido más hermoso y más amplio del término», ha destacado.

De hecho, ha recordado una anécdota como capellán del Hospital Ramón y Cajal de Madrid cuando le pidieron que hiciera una lista con 100 obras para ayudar a los enfermos a morir y le la lista contenía un solo título, ‘El principito’ de Antoine de Saint-Exupéry, porque «no hay tantos libros que realmente puedan dar una visión menos cáustica y oscura de la condición humana». EFE