Valladolid (EFE).- La Fundación Las Edades del Hombre se ha hecho cargo, desde este jueves, de la supervisión, traslado y seguimiento de las tallas procesionales de Gregorio Fernández que se encontraban el pasado martes en su habitual emplazamiento de la iglesia de la Vera Cruz, cuando se desplomaron la cúpula y linterna.
«La primera valoración que hemos hecho ha sido muy positiva. Las imágenes no han tenido impacto de escombros pero sí un gran polvo acumulado», ha explicado a EFE Consuelo Valverde, directora de Restauración y Conservación de la Fundación Las Edades del Hombre, después de efectuar esta mañana una primera visita al templo.
Humedad
El principal problema ahora radica en que la elevada humedad ambiente, fruto de las lluvias esporádicas y oscilaciones térmicas, hayan podido afectar a la madera y, por tanto, a la policromía de las tallas: «Es posible que hayan sufrido movimientos en la madera que pueden levantar la pintura», ha precisado.
Tras el desescombro de los cascotes (ladrillo, madera, yeso y cal), emprendido durante las últimas horas, el siguiente paso será la limpieza inicial de las esculturas y la valoración de su estado antes de comenzar su traslado, supervisar los movimientos y comprobar cómo van reaccionando a medida que regresan a su estado normal» de humedad y conservación, ha proseguido esta especialista.
«Cuanto antes»
En caso de ser estrictamente necesario, de las posibles intervenciones se encargaría el taller de restauración que Las Edades del Hombre gestionan en su sede principal, el monasterio de Santa María, en Valbuena de Duero (Valladolid), como es habitual con las piezas que así lo requieren antes de viajar a las diferentes exposiciones organizadas por esta entidad cultural y religiosa.
«Queremos que el traslado se haga cuanto antes, a la mayor brevedad posible, porque esto es una auténtica emergencia; es algo impactante», ha insistido la directora sobre la inconveniencia de que las tallas continúen en un lugar inseguro y en continuo riesgo debido a la necesidad de picar y apuntalar restos para evitar más desprendimientos.
El secretario general de Las Edades del Hombre, José Enrique Martín, ha acompañado a este primer «equipo de reconocimiento» del que, además de la directora de Restauración y Conservación, han participado dos restauradores, coordinado con la cofradía penitencial de la Vera Cruz, el arzobispado y la Consejería de Cultura «que está informada en todo momento», ha apostillado.
Destino
El destino de las tallas, aún sin fechar, será la catedral de Valladolid y la iglesia de San Miguel y San Julián, entre ellas las labradas por Gregorio Fernández y su taller por encargo de la hermandad, durante el primer cuarto del siglo XVI.
Su valor es incalculable por ser algunos de los testimonios irrepetibles de la Escuela Castellana dentro de la imaginería barroca española, del que el imaginero originario de Sarria (Lugo) es el principal exponente.
Destacan en este legado la Virgen Dolorosa, en el altar principal, y en los brazos del crucero el Cristo de la Caña (Ecce Homo) y el soberbio Atado a la Columna, además del monumental paso del Descendimiento (seis figuras, una cruz y una escalera).
«Gregorio, ¿dónde me miraste que tan bien me retrataste?», cuenta la tradición que dijo Cristo al imaginero cuando concluyó su asombroso e inquietante Atado a la Columna (1619): flagelado, humillado y llagado, de mirada extraviada y gesto resignado, uno de los iconos de la Semana Santa de Valladolid y de España. EFE
