Burgos (EFE).- Alrededor de 150 vecinos se vuelven a subir este miércoles a las tablas en el Monasterio de San Salvador de Oña para recordar la historia de esta villa burgalesa, cuna de Castilla, en ‘El Cronicón’, recreación histórica que homenajeará al precursor de la lengua de signos, Fray Pedro Ponce de León, y que este año amplía su escenario.
El patio de San Íñigo, una ampliación del monasterio original que cuenta con una fachada monumental del siglo XVII, acogerá cinco jornadas de representaciones, del 14 al 18 de agosto, a partir de las 22:00, con cabida para 300 espectadores diarios, ha recordado a EFE Berta Tricio.
La presidenta de la Asociación Cultural ‘El Cronicón de Oña’, organizadora de esta recreación declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, ha explicado que cuentan con varias novedades, tanto en escenografía como en texto y vestuario para su edición número 36.

La escena previa de ‘El Cronicón’, que se realiza en la escalinata de a la iglesia del cenobio con el protagonismo indiscutible de los niños, estará dedicada a Fray Pedro Ponce de León, precursor de la lengua de signos y una de las celebridades que está enterrada en esta villa de la comarca de La Bureba.
El monje benedictino llegó a Oña en 1545 y, al entrar en o con los sobrinos del Condestable de Castilla, los hijos del marqués Juan Velasco, que eran sordos, desarrolló un primera lengua de signos, una historia desconocida para muchos, lo que ha motivado su inclusión en la recreación.
Un doble escenario para reforzar la historia
Junto a la escena previa, que se suele renovar todos los años, la otra novedad de la edición de 2024 es que ‘El Cronicón’ contará con un escenario complementario al principal, que servirá para ampliar la zona de trabajo y simultanear escenas.
Berta Tricio ha apuntado que disponer de un segundo escenario va a permitirles recuperar momentos que se habían perdido, como la presencia del féretro del rey Sancho II de Castilla cuando llega, traído por Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, para ser enterrado en Oña.
También destacar algunas escenas que han pasado más desapercibidas pese a su relevancia en la historia, y que ahora se verán reforzadas con ese segundo escenario.
Una apuesta más rica, versátil y atractiva
La pandemia de la covid-19 obligó a la asociación a buscar una alternativa, que entonces parecía provisional, para celebrar la recreación histórica en un espacio abierto, fuera de la iglesia de San Salvador que había sido el origen de ‘El Cronicón’.
Así acabaron en el patio de San Íñigo, que si bien no dispone ni del gran retablo barroco ni del panteón real y condal, ofrece un escenario mucho más rico, versátil y atractivo, que permite llevar a cabo una representación más dinámica, con una puesta en escena más abierta, con más entradas y salidas, ha reconocido Tricio.
La historia de una villa, la historia de un pueblo
‘El Cronicón’ narra la historia del Condado de Castilla a partir de la fundación en el año 1011 del Monasterio de San Salvador por el conde Sancho García, en un desfile de personajes que incluye a Sancho III rey de Pamplona, Sancho II rey de Castilla o Alfonso VI rey de León y Castilla.
La presidenta de la Asociación Cultural ‘El Cronicón de Oña’ ha recordado que la iniciativa, la más antigua de la provincia de Burgos y un referente en Castilla y León, es fruto del trabajo y el esfuerzo de los vecinos de la localidad, todos voluntarios.
«Es una seña de identidad de Oña», ha asegurado Berta Tricio, de ahí la gran implicación de los vecinos, que colaboran en la interpretación, el montaje, la escenografía o el vestuario -que este año se ha renovado para las damas-.
Tricio ha insistido en que el proyecto es “puro compromiso con el pueblo”, por ese motivo de momento no buscan convertirse en Fiesta de Interés Turístico Nacional, pues requiere un gran esfuerzo organizativo para un proyecto que nace desde el “voluntariado más absoluto”. EFE